sábado, 1 de septiembre de 2012

Cuento siglo XXI



Érase una vez cualquier lugar en el siglo XXI. Los dragones cambiaron algunas cosas desde el alto medioevo y se habían tornado algo que los jóvenes llamaban "drogas". No sólo eso había cambiado. Las hadas madrinas cambiaban de forma con facilidad, rara vez se las veía, cuando más se las necesitaba no siempre estaban, pero aún bajo diferentes apariencias resurgían a veces.

Los caballos también habían cambiado. Los seguía habiendo modestos y opulentos, bonitos y feos, rápidos y lentos... Pero podían causar muertes y multas por diversas razones.

La humanidad se había corrompido.  La raza de las brujas se había quintuplicado. Las originales no tenían alma y algunos atributos físicos las identificaban. Había una nueva raza de brujas descendiente de lo que otrora fueron princesas. Estas últimas se vendían y regalaban; estaban por todas partes. Se las distinguía por nada en especial, eso es, mediocridad, banalidad, más o menos belleza, escueta conversación, lo mismo que sus vestiduras. Sus ropajes escuetos se contraponían a sus onerosos escotes y capas de pintura y contrachapado.

Las brujas alcanzaron el poder, se hicieron con las Artes Innobles desvirtuaron la seducción y corrompieron el amor destruyendo su esencia, crearon un nuevo concepto. El nuevo concepto de amor se limitaba en el tiempo. El tiempo en que tardan los seudo-hombres en apurar el trago número infinito y dejarse embelesar por 20, 30 o 40 minutos, dependiendo de la persona...

Las brujas encontraron la fuente de su poder en los corazones de las Princesas y en la corrupción de su nuevo concepto. Su primer alimento se agotó en el primer lustro de la Edad Antigua, terminaron con todos los corazones de Princesa sacrificados, su hambre era insaciable y aún lo sigue siendo.

Pero no todas las princesas fueron torturadas o sacrificadas... algunas, muy pocas, se exiliaron y viven en celdas color de rosa entre almohadas de terciopelo y cepillando sus melenas. Cantan canciones tristes (en esencia odas de la época del Amor auténtico). Unas leen, otras estudian, otras escriben, algunas cuentan cuentos, cosen, bailan, trabajan, ríen, cocinan... Todas ellas lloran. Celebran reuniones clandestinas nocturnas donde hablan de la antigua raza de los Príncipes. La mayoría de ellas narran leyendas que les oyeron contar a sus abuelas, pues es sabido que los Príncipes son leyenda, las brujas los transformaron en seudo-hombres a todos, sin duda toda una tragedia...

Sin embargo, se dieron casos de Princesas esperanzadas que entregaron lo más valioso de su esencia: su corazón. Lo entregaron hechizadas por los seudo-hombres que adoptan la apariencia de Príncipes para conseguir sus propósitos. Estas malas artes fueron aprendidas por ellos de las brujas. Consisten en dos pasos: 1: Falsa Apariencia, "2Falsa esperanza.

-¿Y entonces mamá, es que las princesas no son inteligentes? si yo tuviera un juguete muy querido y valioso no se lo daría a nadie... esos Príncipes son muy malos, ¿no devuelven los corazones robados?

-No hijita, no los devuelven y si los devuelven están rotos y no sirven para nada... Eso es lo que hacían los seudo-hombres, no los Príncipes, los Príncipes se extinguieron...

-¡Ah vale! ya lo he entendido... pero sigue con el cuento mamá quiero saber como termina.

-¿Recuerdas el libro que te regaló Papá por Navidad?

-Sí! Era de elige tu propia aventura: La princesa que esperó, desesperó y no dejó de creer. Me gustaba poder elegir finales distintos cada vez que lo leía, así siempre me iba a dormir contenta...

-Bien hija mía, aquí también puedes elegir tu propia aventura.

Final pág 585: " el seudo hombre con apariencia de príncipe se fue con la bruja del cuento. Desde que las brujas alcanzaron el poder, ya nadie se enamoraba de las Princesas, con las brujas era todo fácil, mediocre, banal, superficial, escueto en conversación y sin explicaciones. Los seudo-príncipes-hombres se enamoraban y casaban con las brujas, tenían hijos por accidente engendrados en un caballo deportivo de gran cilindrada o donde hubiera ocasión. Los hijos que tenían eran una subespecie de orcos que se alimentaban de podredumbre, cabezas de pescado y aguas ponzoñosas"

Final pág. 939: " la Princesa una vez entregado su corazón por primera vez veía como el que creía su príncipe se enamoraba de una bruja que además era su mejor amiga".

Final pág 254 : " el seudo-hombre era gay, pero no lo tenía muy claro, ahora sí".

Final pág 754: "el seudo hombre maltrataba a la Princesa, llegaba a casa borracho y peleando con los nuevos dragones, la insultaba, la humillaba y la hacía llorar"

Final pág 302: " el seudo hombre le decía a la Princesa: "creo que vas de mí y la verdad es que paso"

Final pág 392" "de madrugada después de muchos besos y caricias el seudo hombre invitó a dormir a la Princesa, ella declinó y se fue corriendo a casa luchando por no perder un zapato en la huida. A la mañana siguiente recibió un pergamino por paloma mensajera llamada SMS que decía: creo que hiciste bien en marcharte anoche de mi casa porque últimamente estoy un poco golfiyo, ya nos veremos". Nunca llamó, besó a una amiga suya.

Final pág 921" quiero besarte pero tu amiga está más buena que tú y me apetece más, besa tú a mi amigo"

Final pág 378: “cuando vuelva de este lado del reino mi novia bruja me estará esperando. La Princesa muy contrariada dijo: ah! Tienes novia? Sí respondió el seudo hombre pero aquí te he besado a ti y a otras ocho brujas y mi novia lo sabe porque yo se lo dije. ¿cómo puedo conseguir que me perdone? -Bueno, discúlpate y no se lo hagas nunca más... Pero la Princesa ya estaba llorando, le gustaban mucho los besos del seudo hombre, pensó que por ser más mayor y tratarla diferente sería un Príncipe. Pero tampoco él lo era y le habían corrompido las brujas, la Princesa regresó de aquel lugar del reino y volvió a su celda rosa a cantar odas al Amor.

Final pág 1034: "no quiero que pienses mal de mí, eres una Princesa te mereces algo mejor, no siento lo que tu sientes. Da igual lo que yo haya hecho o te demuestre, te creíste que yo era un príncipe por cogerte de la mano,,, ¡te repudio como novia Princesa!, pero puedes seguir comportándote como novia princesa porque me encanta que lo hagas, pero mi condición de seudo hombre no me permite comprometerme ni comportarme como un hombre. Tampoco puedo mirarte a los ojos y decirte cuanto me gusta mirarte y estar contigo porque soy un cobarde y pienso que estás loca por mí y que te quieres casar conmigo y morirte cogiéndome de la mano y yo quiero dormir en otras camas, si puedo en muchas más...Pero tú sigue siendo una Princesa conmigo y un Sol aún cuando solo quieras llorar porque me encantan todos tus detalles hacia mí"

Final pág 823: "Princesa ya sé que te trato fatal y que no te doy nada por todo el Amor que me dedicas, sé que me he ido a la cama con dos brujas y que una era tu mejor amiga pero tú eres especial, eres mía y quiero estar contigo".


Final pág 731: "el seudo hombre llamó a la Princesa por teléfono, rompió con ella mientras ella lloraba y él se reía... Él le ofreció quedar, ella pensó que para consolarla, en realidad el seudo hombre sólo quería sus cosas. Más tarde el seudo hombre publicó en un bando al alcance de todo el reino que había hecho Algo Muy Bonito con la Princesa. La Princesa lloraba por las mentiras que de ella se habían vertido, ella esperaba al Príncipe para lo Más Bonito y no había hecho nada con aquel ruin seudo hombre, si los Príncipes existían ¿creería el príncipe a la Princesa cuando esta le dijera que le había esperado para todo? -Le creyó, pero no fueron felices, porque tampoco él era un Príncipe".

Final pág 228:"nunca te he querido, me he comprado un tucán y soy feliz con él o finjo que lo soy, no es como tú... ¡qué pena! pero te cambio por ella... esto te lo digo porque hoy es tu día especial del año y me da igual que llores, estoy a la defensiva. No la quiero, pero una bruja le ha pagado la fianza del zoológico donde vivía mi "precioso tucán" y la he metido en mi cama un par de veces. Se ha sentado a la mesa en el que era tu sitio y en mi cama no podíamos dormir... yo estaba nervioso, no me encontraba bien y al tucán le daba igual porque estaba durmiendo muy cómoda fuera de la barra de plástico de su jaula del zoo. Nos hemos abrazado como hacíamos tú y yo porque no me importas nada. Quería hablar de esto contigo Princesa,  porque contigo hay comunicación y podemos hablar de estas cosas. Sustituirte me ha sido muy fácil, los tucanes usurpan muy bien debido a su raza y yo como seudo hombre quiero esta seudo felicidad incompleta, banal y escueta conversación. Tú y yo somos amigos pero de vez en cuando pasa lo que pasa"

-Mamá, faltan hojas en el cuento...

-mmm, ¿dónde cariño?

-Aquí, se ve algo escrito a mano... hay dos tipos de letra diferentes pero las hojas están arrancadas...

-Bueno pequeña es un Libro Antiguo, es normal que tenga desperfectos...

-El libro es tuyo, tus libros siempre están perfectos. Practicábamos lectura con tus Micho 1 y Micho 2 de niña...

-¿Quién te ha dicho que ese libro era mío?

-Papá. Él me lo dió para que me lo leyeras...

-Tu padre no debería haberte dicho eso, promete sobre tu querida melena que no se lo contarás a nadie...

-¿Por qué? Me gusta el cuento, quiero enseñárselo a la señorita en el cole y a mis amiguitos...

-Es muy tarde Princesita, creo que ya basta de cuentos por hoy, deberías dormirte ya...

-Bueeno...pero, mamá ¿dónde están las hojas arrancadas?, ¿las escribiste tú verdad?

-Te he enseñado a que nunca se debe mentir así que sólo te diré que no puedo decirte nada.

-¿Y cuando sea mayor, me lo dirás entonces?

-Por supuesto, que duermas bien mi niña.

-Buenas noches mami... Mamá.

-Dime princesita.

-¿Tú eres una Princesa? yo creo que lo eres, como en mi cuento de esta noche. Y creo que tú escribiste las hojas que faltan...

-Yo creo que tienes mucha imaginación y que ya hemos hablado de que los cuentos no son verdad, sólo nos enseñan cosas... son fantasías. Yo soy tu mamá, las Princesas sólo están en los cuentos...

-Pues yo creo que lo eres, me llamas Princesita y tenemos melena...

-Muchas niñas la tienen.

-Pero tú siempre me dices que yo soy especial y que no se me olvide cepillarme la melena.

-Y eres especial princesita que no se te olvide nunca y ahora sí duérmete que es tardísimo.

-Vale pero... ¿de verdad se extinguieron todos los Príncipes? es que es muy triste mamá muy difícil de creer...

-Bueno cariño, duérmete tranquila algunas Historias circulan por el mundo de que hay Princesas que los encontraron o al menos encontraron al suyo, pero la mayoría son historias de Princesas venidas a menos por la soledad y la tristeza. Se consumieron por el dolor y confundieron a los seudo hombres con los Príncipes... yo no me fío de esas leyendas y tú eres inteligente y no deberías fiarte tampoco. Pero existen....

-Ah! ¿Y Papá qué es?

- ¿Papá qué es? ya sabes en que trabaja...

- No, no... Papá... ¡Papá es un Príncipe! Papá lleva la “p” de Príncipe.

- Sólo es una letra y Papá nos quiere mucho pero se enfadará contigo si aún sigues despierta cuando vuelva...

-Vaaaale... ¡Mi mamá es una Princesa! ¡Mi mamá es una Princesa! ¡qué orgullosa me siento!

-No digas esas cosas anda...

-Mamá.

-Vaya hoy no se duerme en esta casa...

-La parte que falta del libro ¿la escribiste tú?

-Sí... pero no toda. ya te lo habrá dicho Papá, él me ayudó.

-¡Ala! ¿en serio? no me lo había dicho... y ¿de qué trata esa historia?

-No puedo decírtelo, será tuya cuando seas mayor...

-Venga mami, ¿cómo se llama al menos?

-¿Si te lo digo te dormirás?

-Sí.

-Trata de tu padre y de mí también un poco...cada uno escribió su parte y juntos nuestra Historia.

-¿Cómo se llama el cuento?

- El último Príncipe del Mundo y la Princesa Por Fin Hallada.

-¿Ves? Papá es el último príncipe del mundo lo sabía, mi Papá no es como los papás de mis amiguitas... y tú eres la Princesa Por Fin Hallada. Lo encontraste mamá, eras tú la única que lo encontró.

-Él me encontró a mí, dejé de buscarlo... me quedé en mi celda rosa escribiéndole, sufrió y vivió calamidades, mi corazón le daba por perdido tras una bruja o muerto, era la suerte que corrieron todos, ¿por qué mi Príncipe no había de corromperse? me flaqueó la esperanza pero siempre lo amé.

-¡Qué suerte mamá! los Príncipes se habían extinguido... qué alegría.

-Tú princesita eres nuestra alegría...

-¿De qué hablan mis queridas Princesas?

-Ya estás en casa... hablábamos de cuentos mi vida, pero nuestra hija ya se va a dormir ¿verdad? Dále un beso a tu Padre.

-vale, ¿Papá puedo soñar con cuentos como los de antes con caballos de verdad y princesas con vestidos de seda rosas y zapatos de tacón y príncipes que matan dragones?

-Claro que puedes, pero los cuentos han cambiado, a parte de que los príncipes se extinguieron, los que quedaron se corrompieron y sólo se enamoran de brujas... mañana hablaremos de ello.

-No hace falta último Príncipe del Mundo, mamá ya me ha leído su cuento, el que me diste.

-No debiste dárselo tan pronto mi amado Príncipe, nuestra hija es tan inteligente como nosotros lo ha averiguado todo...

-Bueno Princesa, nuestra hija ya tiene edad de saber.

-No lo sé todo. ¿dónde guardáis vuestra historia?

Al unísono y tras una mirada de Amor infinito...

-En el corazón.

-Pues vaya sitio...-dijo la niña decepcionada.

-No menosprecies el corazón.

-Tu madre tiene razón, es nuestro sitio más seguro.

-Cierto mi amado Príncipe, de ahí nunca nos la podrán arrebatar, ni arrancar y siempre la llevamos con nosotros aunque estemos lejos.

-Nunca y siempre Princesa.

-Te quiero.

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