martes, 11 de septiembre de 2012

Cosas que me recuerdan a él/ella, o peor, a nosotros.

         Todo un clásico y viejo como el hilo negro, acabáis de romper o hace algún tiempo ya y los recuerdos te persiguen como el Coyote al Correcaminos. No te diré que es normal lo que te ocurre porque estás harta de oírlo y además no consuela nada. Pero no todos los duelos son iguales en cuanto a dificultad ni tiempo de superación, afortunadamente.
            En función de la memoria que tengas, del tiempo que hayáis estado o de la intensidad de la relación, este proceso resulta más o menos difícil.
           Te parecerá que el universo conspira para que no le olvides porque de pronto ves a un chico que lleva una camiseta de ultimísimas rebajas que sólo quedaba una talla y se la compró él contigo. En un lugar a kilómetros de dónde vives o incluso de viaje en otro país, entra un chico en el restaurante y es igual que él, parada cardiorespiratoria, de pronto se acerca y el médico grita: “¡la perdemos carga a 360, fuera!”... No es él, y tus pulsaciones vuelven a la normalidad. Estás en la montaña rusa, te sientes muy poco dueña de tus emociones, según qué día hayas tenido, si te pasa esto; llorarás o simplemente te pondrás más triste.
          Trata de dominarte y ser fuerte, respétate a ti y a tus circunstancias difíciles. Yo en estos casos cuando no hallo fuerza en mí pienso en Gorgos -(reíros de que se parece a gorgonzola para relajar el corazón un rato)- la mujer de Leónidas de la película 300. “La gorgonzola” -(disculpádme el vulgarismo para distraeros de algo triste)- sabía que muy probablemente no iba a volver a ver a su marido, que seguramente él iba a morir y lo amaba con pasión desmedida, tal y como nos enseñaron la noche anterior...
Para las que no lo hayáis visto, en la despedida mañanera, “la Gorgon” se irguió cuan alta era y no derramó una sola lágrima -las espartanas son “tías duras”, pueden con todo- , frunció el ceño: “¡Espartano! -le gritó y seguro que con el corazón encogido y los puños apretados- encárgate de volver con tu escudo o sobre él”. “La gorgon” fue fuerte -(y eso que el queso es blando, humor)-y tú también puedes. Copia a las espartanas, haz de ser fuerte una tendencia como lo es el animal print de leopardo. Piensa que estas desagradables coincidencias cada vez ocurrirán menos, ignóralas cuanto puedas. Si bien al principio es bueno sacarlas y compartirlas con tus amistades -(tal vez lo necesites porque sientas que te estás volviendo loca y que sólo tú has visto al clon de tu ex)-, no es muy aconsejable invertir energía en hablar de ello y de tu ex cada vez que esto ocurra. Date un tiempo prudencial, apelo a tu sentido común para baremar qué es el tiempo prudencial que necesites y cada una necesita un tiempo distinto. Tú tiempo no tiene por qué ser el que tardó tu amiga en superar la perdida de su pareja, el tiempo es el de cada uno, así que no te sientas peor de lo necesario porque ya deberías tenerlo superado. -¿Quién lo dice?, ¿quién dice cual es el tiempo reglamentario para superar una pérdida?, ¿COSMOPOLITAN?, ¿La UEFA? Aquí no hay plazos ni fechas para bien o mal.

Bromas aparte, los recuerdos son muy traicioneros. Sólo hueles su perfume por la calle y para colmo dormir es horrible y más aún si vivíais juntos...
De pronto, eres igualita que Gollum con el Anillo custodiado por Frodo y puede ocurrirte que estés en Zara con dos amigas para distraerte, frente a una cesta de rafia multicolor, y que al querer comprarla rompas a llorar. Como si del asalto a una diligencia se tratara, te viene a la mente todas las veces que “nosotros” hemos ido de compras juntos lo mucho que a ”nosotros” nos gustaba y sus consejos y parece que lo ves ahí de pie, riéndose de que esa cesta es de yaya y lo más feo que ha visto en su vida. -Era tuyo, era tu tesoro y no está.
          Otro día puede ocurrir que abras un cajón del congelador y al sacar unas alitas de pollo Bofrost rompas a llorar de pura pena. Y esto último es muy patético, tal vez ridículo y penoso, pero es que cinco noches a la semana durante siete años le preparabas la cena y esas son sus alitas de pollo preferidas y las preparaba él en tu cocina y conversaba y reía con tu padre mientras cocinaba en tu casa, tú eras feliz y todo estaba bien...
           Toda esta descripción es cierta, como cierto es que él ya no está, trata de asumirlo con dignidad. Ya no hay primera persona del plural “nosotros”, ahora eres singular, “yo”. No veas esta nueva y desagradable situación como una tragedia digna de Sófocles. Si quieres, puedes darle un enfoque positivo.   Toda crisis, conlleva cambio, conlleva crecimiento; igual que la muerte entraña nacimiento. Trata de enfocarlo como una nueva oportunidad de reinventarte y de volver a empezar en tu vida. Mucha gente nunca tendrá esa oportunidad. Ahora ya no eres la misma que cuando empezó esta relación, has aprendido muchas cosas buenas y malas, pero provechosas todas para crecer. -Ya sé que esto que digo no es fácil de hacer ni de ver, no me he convertido en Juana la loca sin Felipe el Hermoso. Y si luchas por y para ti, tampoco tú serás Juana la loca. Sé que cuesta mucho, pero las cosas más difíciles de conseguir son las que valen la pena. Por último, no permitas que los recuerdos se conviertan en cientos de sanguijuelas que te chupen la sangre y acaben contigo.

          Hay recuerdos en tu memoria que no se pueden eliminar porque no eres un ordenador, pero sí hay objetos cotidianos a la vista que pueden producirte un desangre emocional como lo harían las sanguijuelas que he mencionado antes, elimínalos.
             Prometo que no voy a comisión, pero en Ikea hay unas cajas NOSTALGIK -(estos suecos tienen un sentido del humor de lo más parecido al mío)- dónde estaría muy bien, en cuanto tengas fuerza para ello o que te ayuden, (aunque mejor sola); que guardaras fotos, regalitos y demás cosas que ahora no es recomendable ver. Que tu eslogan sea: “todo aquello que me provoque nostalgia, a las NOSTALGIK que va”. -Se me acaba de ocurrir, trataré de vender los derechos para algún anuncio.
Guarda las fotos de manera rápida y mecánica, si pierdes el tiempo en regodearte en tu dolor mirándolas será peor el remedio que la enfermedad. Ten paciencia y piensa en ti como si estuvieras enferma, estás muy débil y tienes poca energía, todo acaba de ocurrir. La poca energía que tengas es para ti, para retirar cosas que duelen, no para invertir tu valioso tiempo en ver fotos felices con tu ex, queda prohibido poner “vuestra canción” mientras lloras y recoges las cosas que quedan de vosotros. No es necesario, ya te basta para llorar con lo que hay. Si haces algo así piensa: ¿cuando me quemo una mano sin querer cocinando, me hago cortes entre los dedos de las manos con una hoja de papel para sentirme mejor?” -No ¿verdad? Pues esto es lo mismo, es innecesario.
             
           Si no quieres hacer cajas, por ejemplo porque te lo has encontrado en vuestra cama con tu mejor amiga o porque habéis acabado como "Pocahontas", utiliza sacos de basura sin lugar a dudas. Eres una chica limpia y la basura debe ir a la basura.
            Si te da pena tirar muebles de vuestro piso, ropa y demás cosas que llevan grabado “nosotros” pero tampoco quieres conservarlos, hay organizaciones de caridad que necesitarán estas cosas que a ti tanto dolor te provocan y que pueden servirle a otras personas. Recursos a tu alcance para deshacerte de los recuerdos físicos hay muchos pero requieren un gran esfuerzo por tu parte. Hacerlo vale la pena y si es inmediatamente posterior a la ruptura mejor, cuanto más lo postergues más duro se te hará.
Desviándome algo del tema pero continuando con lo mismo. Sugiero que no escuches la radio porque te parecerá que sólo ponen “vuestras canciones” y no es que todas las emisoras se hayan compinchado para complicarte la vida, es que son fatales coincidencias que ocurren. Yo sugiero un mp3 o CD de hip hop o de AC/DC o Metallica. Es casi imposible estar triste escuchando este tipo de música. La música es un catalizador de emociones y el rock da fuerza, tal vez no te gusta esa música pero estás poniéndolo todo de tu parte para ser fuerte. Escuchar canciones de amor “cortavenas” como yo las llamo, te quita la energía y necesitas cuidarte y darte fuerza. -Esta última parrafada puede parecer una tontería pero he querido incluirlo por si, como a mí, la música te afecta.

        Para terminar, recuerda que tu mente es algo manejable y controlable. Haz todo lo posible por parar pensamientos dolorosos y destructivos. Échale coraje y agallas. Concluyo con “la teniente O'Neil”, una buena película para ver si estás pasando por algo así. Quiero recordaros la escena en que su oficial le está pegando una paliza de muerte, esas sois vosotras débiles y apalizadas, sangrando por los recuerdos, llenas de golpes, semiinconscientes. De pronto ella saca fuerzas de flaqueza y lucha contra el oficial que la reta a abandonar, entonces ella dice algo muy soez pero que a mí me da fuerza cuando me asaltan inoportunos recuerdos. “¡Chúpeme la p*** señor!”

Cuando estéis hastiadas o queráis tirar la toalla porque no os quedan fuerzas para luchar contra vuestros recuerdos, gritadles alto y claro la frase da la teniente O'Neil. -¿O es que os la imagináis llorando en Zara o preparando la cena mientras solloza o yéndose a dormir ahogada en llanto?, ni de coña.

3 comentarios:

Elisenda dijo...

Eres increíble!

Anónimo dijo...

Auténticamente increíble! Ya casi he acabado con mi caja "NOSTALGIK" y la verdad, desde que tengo menos recuerdos a mi alrededor ¡Gozo de mejor salud mental!

Att: Silvia :)

Julieta decide vivir dijo...

Gracias a las dos por vuestros comentarios. :-)

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