domingo, 9 de septiembre de 2012

Estar sola ¿por qué sí estarlo?


           “Yo es que no sé estar sola”. Es una frase que alguna vez, -si queremos reconocerlo-, la mayoría hemos dicho o pensado en algún momento.
Esta misma frase ha sido patente de corso para embarcarnos en una relación cuyo barco soporte era el Titanic, absolutamente abocada al hundimiento.
También lo ha servido para hacernos daño hasta lugares desconocidos y muy oscuros de nosotras mismas dónde hemos ido a destruirnos, sabiéndolo o no.
             En el nombre de “yo no sé estar sola”, nuestro orgullo de mujer soberbia que decía; “yo esto no lo consiento ni lo perdono en la vida”, ha perdonado y consentido esas cosas y muchas veces, - demasiadas-, las siguientes peores que han venido. Todo ello con el firme propósito de no estar solas de ningún modo y llamando “amor” a lo que muchas veces es una -(mala)- compañía.

            Hoy en día es fácil y común no comprometerse, esto no es una crítica social personal, sólo una descripción y voy a generalizar que es fácil. En general y no siempre, muchos hombres y mujeres de todas las edades buscan al amante McDonald's: rápido de conseguir, rico y saciante. Y siguiendo con la metáfora de la comida rápida si puede ser caliente y es invierno, mejor que mejor.
Esto puede ser una opción de vida o de una época de vida y como tal muy respetable.
          No obstante, no deja de sorprenderme en algunos casos que aún escogiendo esta forma de vida tan liberal como aceptable, se pretenda hallar en un McDonald's la calidad de un restaurante de 5 tenedores. Me explicaré mejor, del mismo modo que un BigMac no es un solomillo de ternera, una noche o rato divertido con alguien no es garantía de continuidad. Igual que puede tocarnos la lotería alguna vez en la vida, puede pasar que sí surja una historia duradera de ahí, pero no es lo habitual. Por lo tanto, si eres de las que se cuelgan y no quieres hacerte daño esta práctica no es recomendable porque después cuando llamas tú, te cuelgan.
              No estoy haciendo un llamamiento a la abstinencia, ni a que ninguna interne en un convento y se dedique al canto gospel como sister Act -(Dios me libre; humor, jajaja)-, sólo estoy diciendo que si pretendes una posterior llamada, una invitación a cenar, o un cine, no es recomendable empezar por “un McDonald's” ya que, si bien la suerte puede acompañarnos, no es lo habitual.

Muchas mujeres desde que tienen a su primera pareja con 14 o 15 años ya no están solas nunca más. Van enlazando una relación con otra, un clavo que saca a otro clavo dicen o hasta que ya no te caben más clavos en el cuerpo y cuando te los quitas tienes unas cicatrices que ridiculizan a las de Freddie Krugger.

          La idea es ¿por qué superar lenta y dolorasamente algo que puedo superar con alguien a mi lado? ¿por qué no distraerme -(de mi dolor o de mí misma)-con otro?
         Estar sola es más o menos difícil según los ojos que lo miren porque hay personas que no saben qué hacer con su vida estando solas. Esto no es una crítica es algo muy comprensible porque a las mujeres, desde que nacimos nos han enseñado a amar cuidar y proteger a otro.
          La lección en negativo de esta enseñanza altruista de cuidar, amar y proteger a los demás es ¿quién nos enseña a amarnos, cuidarnos y protegernos a nosotras mismas? Espero que muchas hayáis tenido la suerte de que os hayan enseñado. Pero de verdad hay muchas personas que no saben y sobretodo mujeres.

          Enseguida que empezamos con alguien y de ahí “la importancia del principio” nos dedicamos a hacer en tiempo récord una carrera y dos masters acerca de esa persona, su vida, sus gustos, sus necesidades, sus carencias... Por supuesto nos licenciamos con honores ya que nos esforzamos muchísimo en ser la pareja perfecta, lo malo es si en ese camino a la perfección te olvidas de ti.
Si eres de las que no sabe estar sola y te olvidas de ti cuando aparece un presunto príncipe, estás vendida. Y muy probablemente, te acabes convirtiendo en presa fácil del Don Juan de turno o del cachorrillo abandonado.
             Por un lado, puedes ser presa de don Juan para intentar cambiarle, para demostrarle que tú eres su doña Inés y que él te quiere como al principio pero ahora le ocurre algo temporal y tú te esforzarás por sacar lo vuestro adelante y a él -te sacarás las dos carreras y el máster, como si no duermes en un mes pero don Juan es el tuyo para siempre ...
Puede que pretendas hacer de Don Juan un novio tipo Ikea, es decir, te gustan muchas cosas de él así sueltas; en plan materia prima o materiales embalados de Ikea y con tu gran amor, él se dará cuenta de que hay cosas que es mejor que no las haga, es mejor que no las haga por él, ¿eh?,-te dices- no por mí yo lo amo como sea... -en realidad no lo amas como sea si pretendes cambiarle en aspectos de su personalidad o en otras características definidoras. Por ejemplo que sea posesivo o celoso, que no sea afectivo, que no quiera estudiar, que tenga un trabajo no cualificado...
Si ya lo conociste así y te enamoró así, no pretendas cambiarle, no depende de ti por mucho que duela y por todo el esfuerzo que tú hagas, si él no quiere se quedará como está. Si compraste materiales de estantería MAMMÜT no pretendas hacerte una librería STANSKÏA.Y ahora que nos reímos, incluyo dos cosas que si os han pasado no hacen gracia y es tener un novio adicto a las drogas o al alcohol, -ya escribiré sobre el tema. Pero tampoco podéis cambiarle igual que la la balda de estantería no da para ser un armario.
           
          Por otro lado, puedes ser víctima del cachorro abandonado, máxime si tienes especial tendencia a olvidarte de ti y en menor medida a no saber estar sola. Digo esto porque un cachorro abandonado requiere muchas atenciones y cuidados, tiene hambre, frío, está solo en el mundo y necesita cariño...
Si bien a tu novio cachorro no hay que sacarle a pasear a un parque mínimo tres veces al día ni tirarle pelotas o frisbys para que se divierta, un hombre así entraña mucha responsabilidad. Depende absolutamente de ti para todo. Te necesita y si sabes cuidar más de otro que de ti misma, te involucras en sus necesidades y te diluyes como el cola-cao en la leche. Sólo piensas en sus problemas y sus necesidades, los tuyos pueden esperar porque él te necesita y sólo tú puedes solucionar lo que le pasa.
La cosa es que la vida no espera por nadie y si te dedicas a vivirla por y para él no hay traslador -(máquina que te devuleve atrás en el tiempo)- modus película de Harry Potter que pueda devolverte el tiempo de vida que inviertes en él.

            En conclusión, si te quieres, si piensas en ti, te ocupas de ti, te preocupas por tus cosas, no te dejas a ti mismas y tus inquietudes en un cajón y sobretodo sabes estar sola. Tienes muchas menos papeletas en la rifa del amor para que te toque un cachorro abandonado o un Don Juan.

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