jueves, 29 de noviembre de 2012

La niña que no soñaba con el bricolaje

      Alguien me dijo hace poco, con motivo del nuevo aire que le estoy dando a mi habitación, algo que me resultó muy bonito; tu habitación es tu casa y tu casa es el reflejo de tu alma, renovar tu habitación; tirar lo viejo dejar lugar a lo nuevo, reformar lo estropeado y darle una utilidad práctica es renovar tu alma, purificarla. La verdad es que la metáfora me gusta por profunda y filosófica y pese a que suelo practicar este tipo de friki-reflexiones en solitario ésta no se me había ocurrido.

     Todo empezó con un sueño; Londres, lugar en el mundo en el que espero y deseo poder vivir algún día, a ser posible pronto, sé que ese es mi sitio en el mundo y me importa bien poco si suena cursi, lo siento así. Me enamoré de un cuadro-foto de dicha ciudad -(y siempre es mejor así, que enamorarse de un cachorro abandonado o del Don Juan de turno)- el cuadro, que objetivamente no es especial ni muy original como sinónimo de nunca visto, -(qué curioso, con las personas al enamorarnos a veces pasa lo mismo, objetivamente todas las personas son iguales pero lo que nos hacen sentir es único, original, especial e irrepetible) -me encantó. Mi sueño ahora tiene un espacio físico en mi vida, tiene un sitio privilegiado en mi pared.

En este momento de cambios y reformas en la alcoba de Julieta me he encontrado con algunas dificultades, a saber; jamás había pintado una habitación, colgado un cuadro, ni una estantería ni un espejo, por decirlo asépticamente. Esas cosas las hacía un pintor al que no he querido pagar y por supuesto, papá.

    Cuando yo era niña y jugando a las cocinitas soñaba cosas tan normales en una niña como; mi boda, mi vestido de novia, ser periodista de éxito como April O'Neil -pero sin botines blancos, gracias,( luego vino la abogacía, en tercero de EGB)-. Soñaba también con tener un novio fuerte y guapo que se ocupara de estas cosas, alguien como Eric el príncipe de la sirenita (pienso que es el príncipe Disney más buenorro de todos; moreno ojos claros, no digo más). Y mientras tanto, yo por supuesto llevaría unos altos tacones, más altos que los de mamá, una bonita sonrisa, un magnífico collar de perlas y prepararía limonada para mi afaenado amorcito, seríamos todo sonrisas al mirarnos... Lo de la limonada radica en sonrisas y lágrimas. La limonada que beben es rosa o color coral y captó mi atención, además me pareció muy seductora la forma en que la baronesa Schröder ofreció limonada al capitán von Trapp, supongo que puedo datar y justificar por ahí mi sueño infantil.
     Otro pensamiento de la infancia era -como el de todas las niñas- que mi padre era un súper- héroe, así que si ningún chico era de mi gusto para ser mi novio modus Jazmín de Aladdín-chulita-rechaza-pretendientes, mi padre siempre, siempre, siempre y para siempre estaría ahí para montarme una estantería, una lámpara, un armario...

      Pero la vida es eso que pasa mientras haces planes y la vida ha tenido otros planes distintos a mis sueños infantiles de limonada para novio -(no sé hacer limonada ni tener novio como los que se ofertan hoy)- y padre eterno de seguros catalana occidente que lo arregla todo, todo y todo... Mi padre y yo solíamos interpretar ese anuncio, era una de esas tonterías padre e hija que son especiales...

          El tema es que he contado con la inmesurable ayuda de mi hermana y mi mejor amiga sin las cuales nada de esto habría sido posible, para jugar a “la hora de la herramienta” y aprender a hacer todas esas cosas que si tienes suerte, hace un novio y si tienes mucha más, hace un padre.

Sensaciones.
Es estimulante aprender cosas nuevas, fomenta la autodependencia que tanto necesita una mujer que ama demasiado para rehabilitarse y cualquier otra persona que quiera crecer como tal. La autodependencia es sana para todo el mundo. Pero obviamente me dan pena los motivos que me han impulsado a este aprendizaje, aunque haya sido desde luego, positivo.
Me he reído mucho tratando de colocar una estantería entre tres y darnos un ataque de risa, me he desesperado porque en un primer momento parecía que no iba a terminar nunca, he sentido impotencia por la falta de uniformidad del color que se fue instaurando milagrosamente a las pocas horas, he llorado en cuclillas los pocos momentos que he estado a solas con este proyecto por: “ese agujero para colgar el espejo lo hizo papá...”, “aquí está la marca de la estantería que se cayó porque me la montó mal, casi me abre la cabeza...”, “he manchado el techo blanco de fucsia y las esquinas no me han quedado muy bien pero seguro que él me habría dicho que estaba perfecto...”, “nunca podrá ver todo lo que he aprendido a hacer ni cómo ha quedado”...

Aún a riesgo de parecer una maruja -y para no deprimirme más que la venta inmobiliaria- contaré que también he renovado cortinas y ropa de cama que rima con drama -disculpad el tono de humor, ironía y frivolidad, obviamente son mis defensas para hablar de algo doloroso-. Cómo decía de las cortinas, las viejas me las compró mi padre, fuimos juntos, lo recuerdo perfectamente creo que me encapriché de unas de las cortinas más indecorosamente caras de El Corte Inglés, pero mi padre era como Guido (la vida es bella) y no me refiero a ir sonriendo hacia su propia muerte, cosa que también hizo. Sino a que era un hombre que podía hacerme creer cualquier cosa y me consentía todo, yo era la niña de sus ojos y lo sabía. He tenido mucha suerte de tener un padre que entre infinitas cosas, me regaló unas cortinas-caras-de-niña-consentida y su ropita de cama a juego. Él dijo que era por mis buenas notas pero yo nunca fui mala estudiante hasta la Facultad, lo hizo porque quiso...
Siempre que me llevaba de compras me decía “y no pidas más ¿eh?” pero daba igual que dijera eso. Recuerdo que poco después me compró bastante ropa que valía un dinero “por haber aprobado el curso e inglés, te lo mereces”- me dijo... Yo creo que si le hubiera dicho que me gustaba la osa menor como iluminación en mi cuarto hubiera preguntado su precio a la NASA. No es amor de hija, cualquiera que le haya conocido sabe que él era así. Así que cuando he ido a comprar cortinas y ropa de cama he llorado, me da igual si al verme alguien ha pensado que soy la loca de los gatos de los simpson porque los gatos me dan alergia... Tengo un máster en llorar en la tranquilidad de mi coche en un parking público o en el mío, cosas del duelo supongo y los duelos es mejor llorarlos o esa es mi opinión.
 
Recuerdos lacerantes.
Los muebles de mi habitación que fuimos a comprar juntos “de lo único que has de preocuparte es de que te gusten”-decía .La maleta de viaje que me compró para mi primer viaje de estudios de 4º de ESO, las bufandas de macramé que me hacía, una armónica que nunca he sabido tocar y que me regaló las navidades del 92 cuando murió mi abuelo paterno, libros, montones de libros...Le he dado un sitio de honor a la saga Harry Potter.

Torradita emotiva.
Cuando iba a 1º de ESO fui a ver la primera película con una amiga del colegio, no había leído ninguno de los libros pero quedé muy impresionada. Mientras mi padre nos preparaba la cena con su horrible delantal con trabalenguas “un tigre, dos tigres, tres trigues” incluído, yo no cesaba en hablarle de Harry, de Hermione y de Ron y de muggles que mi padre pronunciaba mugles para hacerme rabiar, le dije que teníamos que ir a la librería a preguntar si estaban los libros.
La tarde del día siguiente, al volver del colegio a las 5 y media sobre la mesa de mi escritorio, sin envoltorio pero adornados con un bonito lazo de raso turquesa estaban los 4 libros de Harry Potter, -(los otros aun no estaban a la venta)-. Así era mi padre cariñoso, detallista, buen cocinero...
Lo cotidiano es lo más doloroso para mí, no necesito días especiales para sentir dolor especial, la gente que lo ha experimentado supongo que lo comprenderá... Tal vez ahora alguien comprenda más y mejor porque el frikismo potteriano significa tanto para mí... Para el Señor de los anillos no hay excusa, salvo que soy friki y punto.

Tal vez si es verdad que la habitación sea el reflejo del alma de uno mismo después de todo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Abstinencia en Palma

El hombre.

César y yo hace unos pocos años que somos amigos, luego fuimos amantes, más tarde en la aritmética del amor yo quise un signo más y él quería un igual o un menos incluso, él añoraba a su ex decía, "pero tú me encantas" decía... Así las cosas nos dijimos adiós pero en vez de cantando como Amaral, nos lo dijimos llorando con labilidad. Después por decirlo asépticamente él me hizo daño. Mi orgullo y yo nos indignamos profundamente le odié como Scarlett O'Hara odiaba a Rhet Butler -es que así queda más gracioso y peliculero la realidad no es tan teatral y dolió más, además él se le parece tiene esa sonrisa canalla y cautivadora, amén de algunas perlas que dice y dedica-. Así que como es obvio me juré odiarle siempre, después lo que pasó fue el tiempo y que me dí cuenta de que no es sano odiar tanto -(tiempo).

Respecto al más y el menos ya sabéis que los polos opuestos se atraen... y ¿sabéis ese capítulo de sexo en nueva york en que Carrie viaja hasta Atlantic City para ver a Mr. Big en tren (con su horrible grano incluído) y Samantha? Para los que no, brevemente; Carrie está deseosa de acostarse con él, de tener sexo por diversión y sólo sexo porque le gusta el sexo con Big. Entonces ella llega presenta su libro basado en su columna y Big se comporta como el perfecto caballero; no quiere tener sólo sexo con ella (ahora que ella sólo quiere eso con él), la lleva a a cenar le comenta todo lo que ella ha escrito (casi se sabe el libro de Carrie de memoria) y ya en el hotel (en la cama del hotel) Carrie no deja de decirle que deje su libro que él ya no le hace daño, que por favor sólo quiere acostarse con él y que olvide el maldito libro, que eso fue hace mucho tiempo, que ella ya no siente lo mismo, que se tumbe en la cama con ella y el otro erre que erre con la página 33 y citar frases del libro. “Niña, sabía que te había hecho daño pero no tanto, lo siento muchísimo, creo que es mejor que no nos acostemos, no soportaría volver a hacerte lo mismo ahora que ya lo sé”. Bien, lo he vivido, es una realidad, obvio que yo no he escrito un libro como Carrie, ni soy columnista de éxito ni comparable, pero si tienes un blog estas cosas pasan. Me hizo gracia ver ese capítulo en televisión justo pocos días después de que me pasara a mí... Increíble pero cierto que escribir te juegue estas malas pasadas. Yo por supuesto, pasada la furia del primer momento me lo he tomado con humor. He aprendido que como todo en la vida, y César no es excepción, hay que tomarse las cosas con humor y con humor las escribo.

Algo malo, algo bueno.

César no es un hombre de los que expresa una opinión y la mantiene en el tiempo (con respecto a mí). Su opinión es voluble como su ánimo, de todos modos le acepto como es, pretender cambiarlo es manipularle e ingenuidad por mi parte y odiarle es orgullo. Él ya era así y yo lo sabía, -antes de que nuestros labios se alegraran de volver a verse-. Esto lo escribo aquí enmedio porque no me decido si es malo o bueno, pero como dice Fito “fue divertido me equivocaría otra vez”.

Algo bueno es que es un hombre que sabe besar (tal vez fue a una academia y luego se licenció cum laude, no está contrastado), ¿alguna vez os han besado y habéis sentido que no podíais respirar? Eso son para mí los besos de César y nadie nos ha hecho sentir lo mismo; ni a mí, ni a mi cuerpo con sólo un beso; eso es lo que los babilonios y yo llamamos una putada y no me refiero a la foto del disfraz de Halloween mitad puta, mitad hada que subí a facebook.

Tal vez el hombre César está en lo cierto cuando dice que la atracción es una cuestión meramente química, yo no sé si es química, física o biología... Sólo entiendo del microclima tropical que siento en el ambiente cuando le tengo cerca, pasión lo llaman algunos historiadores...

Pero cuando entre dos personas hay chispa, o saltan chispas si están cerca el uno del otro, a veces se cortocircuita y eso le pasó a mi atormentado César. (Atormentado lo digo por tormenta eléctrica, da igual, era muy malo incluso para mí jajaja).

Con las primeras chispas y fogonazos de nuestra reconciliación amistosa pero tropical decidimos ser amantes, amantes de alcoba; no de los novelescos románticos, ni tampoco amantes que se aman como en los puentes de Madison. A los cuatro días, César, al igual que ya lo hizo Big años antes, decidió que no quería hacerme daño y que no era sano que fuéramos amantes que quería ser un caballero hacer las cosas bien conmigo y que fuéramos amigos(¿véis por qué digo que su opinión es inconstante? ¡4 días!). Se disculpó por todo el daño que me hizo y él desconocía, ya que contra todo pronóstico había leído mi blog y una carta mía de la Era de los Metales que le escribí cuando lo nuestro se hundió como el Titanic.   Mi orgullo de mujer y yo, nos indignamos con ligeros chubascos de fuerza de carácter leve a moderado y dejé una vez más pasar el tiempo porque eso es algo que he aprendido de los chicos, dejar pasar el tiempo y hacer “como si nada”. Entonces, metafóricamente hablando, con el ceño fruncido y los labios apretados por la rabia, guardé de nuevo en el cajón la lencería sexy y bonita de amante patrocinada por intimissimi cambiándola por vestirme de amiga; un vaquero una camisa a cuadros de leñador y unas botas tipo Dr. Marten's, “venga va, sí, vamos a ser amigos yo seré tu amigo con tetas y me vestiré metafóricamente como tu colega de la taberna. Pero eso sí, con los labios pintados en carmín que una es muy presumida y aunque seamos amigos yo me siento muy mujer”. Me estoy esforzando por ser comprensiva, comprendo que primero quiera ser amantes y luego cambie de opinión y me diga que no es sano y que seamos amigos que quiere ser mi amigo y muchas cosas más, puedo entender muchas cosas, pero no tan rápidas, claridad y coherencia por favor señor, gracias. Al fin y al cabo, acabo de aprender a perdonar...

A partir de ese momento, vestida yo a cuadros y botas -como he descrito metafóricamente- y un tanto incómoda aún, porque yo prefería divertirme un poco con la otra vestimenta y con él. Resulta que fuí yo sola la que se esforzó por ser amigos, él iba poniendo distancia y trabas a nuestra amistad porque claro, yo estoy "enamorada", o no quiere hacerme sufrir porque "yo siento algo más" y no quiere "que se confundan las cosas" (según él) se lo han dicho mi carta, mi blog y “mi actitud” de mi actitud hacia él podría hablar mucho, pero no hoy.
      Resulta que el hombre que sabe besar no acepta que yo quisiera lo mismo que él por una vez, ¡qué miedo les da a algunos hombres una mujer que sabe lo que quiere!, o tal vez sólo les da miedo una mujer, una mujer de las de verdad... Perdonádme ya paro, que sino empiezo a despecharme y ahora soy super hippy -flowers amo y perdono a todo quisqui...
Entonces como decía, me dí cuenta de algo fatal, por mucho que yo me explique y le hable él va a seguir pensando lo que piensa o lo que quiera y en su derecho está de pensarlo, esto es: que yo le guardo amor eterno, o al menos que tengo mi Elie Saab Pronovias almidonado en casa esperando para cuándo él se decida, o bueno ya puestos en el mundo real que quiero ser su novia y comer con sus padres los domingos, ¡ah! Y ver qué tiempo tan feliz haciendo manitas y piececitos porque yo es que soy de un meloso subido... Yo entiendo muchas cosas que le pasan, entiendo muchas cosas que piensa, comprendo muchos sentimientos, pero hoy simplifico hablando de mis sensaciones y no de las suyas. Comprendo y acepto, comprendo y respeto, comprendo y entiendo... Yo sé lo que son amigos, César también porque tiene muy buenos amigos. Esta es la cruda verdad que él no me dirá en voz alta pero ya lo hago yo, no pasa nada, le ahorro el trago: César y yo no somos amigos, él no lo dice yo sí, no lo digo con rencor; comprendo acepto y respeto. No sé si actuando como si lo fuéramos lo seremos, algún día y aunque todo esto es el recuerdo de un esguince en un día nublado como presagio de tormenta, tampoco me roba el sueño. Estoy en paz y tranquila, he perdonado.


      Así que por estas cosas y otras que me guardo para próximas ediciones, estoy haciendo lo más difícil de todo, no por César, sino por mí: no hacer absolutamente nada con respecto a este tema.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Un helado para pensar

Dejar de preocuparse y ocuparse

Degustando un delicioso helado de chocolate en Can Joan de s'aigo -lugar emblemático de Palma- he pensado en algunas cosas. Del exquisito sabor del helado mi mente ha ido al sinsabor de una idea que debo aceptar. Creo tan importante dejar de preocuparme como de ocuparme, máxime cuando debería ocuparme, sino más al menos mejor, de mí misma.

¿Por qué me preocupo y ocupo?

     Como presidenta y confesa ex-mujer que ama demasiado -(me estoy rehabilitando y creo que voy bien)- me resulta más fácil que respirar ocuparme de otros antes que de mí, especialmente hombres. Los hombres en apuros, esa es mi especialidad, cuantos más apuros más me atraen porque soy rescatadora experta aunque no me llame Bianca ni viva en Cangurolandia. Necesito un hombre que me necesite, o mejor dicho lo necesitaba, hasta que hace casi un año emprendí otro camino del cual os hablo y os escribo largas parrafadas.
Esto es muy lógico; todo el tiempo que invierto en los problemas ajenos, lo resto de los propios y si a los propios no queda tiempo, mejor que mejor.
Me declaro culpable de “cuéntaselo a la tía Julieta, ella lo solucionará todo”. Sé que puede parecer bonito y altruista, yo lo pensaba y lo sentía, hoy me he dado cuenta de que lo que soy es bastante cobarde. Eso es, escondo la cabeza cuál avestruz en solucionar vidas y problemas ajenos para no mirar hacia los míos, yo que me tengo por sabia aprendiz de psicóloga experta he visto hoy, por todo en conjunto y nada en particular, mi absoluta falta de destreza en manejar mis asuntos.
Como a todo el mundo me preocupan bastantes cosas. Ahora mismo en mi top 5 destaco dos de la lista: una amiga y un hombre(¿amigo?)... -¿Veis mi carrera en esta lista? Porque yo no... Y debería estarlo.

Mi amiga.

Mi amiga es una mujer que ama demasiado y ella no lo sabe. No lee mi blog desde hace un tiempo porque no puede, dice que no acepta ver que su hombre es como un hombre sobre los que yo escribo, que si él encaja en esos perfiles el mundo tendrá razón en que lo suyo no va a ninguna parte y mi romántica amiga cree en lo único de su historia y en lo especial de la misma. Si sólo ella entiende su historia y le da sentido entonces son los demás los equivocados y su amor es, si cabe, aún mas grande. Toda mujer que ama demasiado pasa por eso en todas sus relaciones...
Ella es maravillosa y muy inteligente; habla cuatro idiomas y tiene dos carreras, entre sus otras muchísimas cualidades. Antes de amar demasiado era una hippy urbana de una energía vital contagiosa, le gustaba tocar la guitarra y decorar su casa con hermosos colores y frases que me invitaban a la reflexión. Hemos pasado por muchas cosas juntas, es una amiga de la infancia. Al menos yo he sentido muchas cosas con ella; la cercanía y la distancia entre ambas, la amistad y la enemistad, el enfado y la reconciliación. Con ella empecé a perdonar y eso es algo que no se olvida. Nunca había perdonado a nadie hasta hace casi un año, cuando decidí dejar de torturarla con mi ignorancia y la perdoné.
Estoy preocupada por ella desde hace unos 4 años y muy preocupada desde hace casi uno y no sé si ahora la situación reviste mayor gravedad o yo estoy más cansada o tal vez todo a la vez. Por ella he llorado, he sufrido, me he indignado... Me resulta muy irritante ver el daño que se inflige a sí misma, antes me daba pena y me causaba tristeza, ahora me rebelo, me exhalto, me enfado... Y debo aprender a callarme cuando eso me pasa y ya no le digo lo que pienso, dudando si está bien o mal no decirle por infinita vez lo que pienso y lo que debe hacer cuando ella me pregunta.
     Cuando ella está así es mi reflejo de hace unos años atrás. Es un reflejo de mí que no quiero volver a ver y que el espejo me escupe algunas veces. Pero ella no tiene la culpa y yo debo aceptar eso, no ha recorrido mi camino ni tiene por qué hacerlo. ¿Quién soy yo para decirle que por ahí no es? Es cierto que soy su amiga y que yo veo el precipicio que se abre a sus pies, pero a veces no es sólo que haya que caer es que hay que saltar y precipitarse al abismo y una vez en el fondo más hondo, en la fosa de las marianas de cada uno, subir y volver... Yo sé que ella tiene luz propia para ver allí abajo al fondo de todo, allí está muy oscuro ¿pero ella lo sabe? ¿me corresponde decírselo o debo ponerme un bonito bozal? No, no debo decir nada, en la fosa de las marianas no hay cobertura, quién haya estado lo sabe, válgame la expresión no haber cobertura como sinónimo de no querer escuchar... Aún así a la manipuladora o ayudadora (para mí en este caso son sinónimos) que llevo dentro se le resiste la idea de que ella no tiene por qué dejar de amar demasiado si no le place. No tiene por qué iniciar ningún camino que yo le muestre... Ella me pide ayuda pero yo sé que eso no lo hace de verdad. Quién tiene un problema y pide ayuda, en primer lugar, la toma muy fuerte con las dos manos y en segundo lugar, también la busca por sí mismo. Tenía razón todo el mundo: lo admito. A mí orgullo y a mí nos cuesta mucho pero lo admito, el primer paso debe darlo uno mismo o en este caso ella misma.
Mañana continuaré con el hombre (¿amigo?).

jueves, 8 de noviembre de 2012

Mi parada de autobús

    Si me quedo aquí tú no vas a volver, pero yo seguiré allí como si no te hubieras ido.
Si no estudio, si no me licencio, si no avanzo demasiado todo seguirá igual como antes como cuando tú eras y estabas. Si no rehago mi vida, de verdad, te rendiré culto, si nunca tengo novio nunca tendré que presentártelo y con ello pasar por el decir “no existe”. Si no me caso no me faltarás ese día más que en ningún otro, porque desde que soy un zigoto sueño con ese día. Si no tengo hijos no tendré que llorar por otro motivo más, pensando que no podrás alegrarte de conocerlos y así el día más dulce de mi vida, el más feliz ya nunca será el más feliz, ya es imposible que lo sea así que ¿para qué?. Si no voy demasiado lejos de casa, no estoy saliendo demasiado, así que me quedo dónde estoy, si no voy de viaje me quedo aquí donde tú estabas, mi Roten-Meyer interior está más contenta y me deja tranquila.

Si no tengo vida sexual no tengo que sentirme viva ni culpable por vivir y que tú ya no puedas vivir nada. Tampoco tengo que explicarle nada a nadie, ni callarme en su cama, porque eso no se puede explicar; que me siento culpable, tal vez puede explicarse pero ningún hombre quiere escuchar eso, ninguno que no tenga un billete a Kuala Lumpur con carácter inmediato al post-coito.
Si no termino lo que debo hacer y nunca lo empiezo no tendré que terminarlo sin ti. Si el mundo cree que soy infantil por mi conducta rezagada en los estudios, les doy una razón simple para un sentimiento complicado, me critican, se burlan y me dejan en paz al menos un rato, con la paz que necesito.
Si siento demasiado padezco porque todo esto es demasiado. Si siento poco me quedo dónde estoy pero tú ya te has marchado.
El tiempo no soluciona nada, lo hace todo más real y real es lo que siento. Pero lo que siento no es correcto porque soy joven y los jóvenes viven felices y jóvenes, pero yo me siento tan vieja que ya me pesan los años, o el turrón de Suchard que comí en Navidad, no lo sé muy bien...
      Con lo que hablo, a veces no hablo, porque así no tengo que decir de diez veces doce que me ha parecido verte en cualquier parte, o que huele a tu loción de afeitar, pero sólo era alguien de tu edad, sólo era alguien con tu ropa, sólo era alguien con tu pelo... Tú ya no eres, tú ya no estás ni existes, de diez veces doce me lo repito y no lo creo.
  
    A veces pienso en hacer como si nada o al menos seguir, venga sí ¡vamos! Hoy empiezo; terminar mi carrera, vivir en Londres, viajar o dar la vuelta al mundo como Willy Fog eso me habría hecho muy feliz. Luego conocer un chico o mejor un hombre, puestos a pedir, conocernos de verdad los dos, no conocer yo sola y leerles como un libro que ya sé como termina, pero que aún así me leo deseosa de que por una puta vez acabe de otra forma y explicarle, de verdad, sin limitaciones, sin pensar en; “esto no quiere oírlo, calla”, “no digas esto que se asusta, calla”, “no hagas esto que lo pierdes”... Decirle qué siento y qué me pasa y sobretodo qué me ha pasado, sueño que no le importa y que me comprende porque la vida es sueño dicen. Sueño que por una maldita vez tengo esa suerte que yo digo que son los padres y nos va bien, nos casamos y que tenemos hijos y que somos felices y luego me horrorizo y me repugno de que todo esto vaya a suceder sin ti. Por el casamiento no me preocupo, lo veo tan lejos como llevar dentadura postiza y de los hijos igual... Pero no hace falta casarse en sueños para la desolación, en el mundo real en casa ya no hay nunca tortilla de patata, ya no hay canciones gregorianas o de mocedades en la cocina y nadie me llama Nemesia. Ya no tengo escudo, ni rompe-olas, ni paraguas, no hay palmada en la espalda, no hay soluciones para todo, no hay explicaciones para todas las cosas; las reales y mis fantasías.
     La gente en abstracto juzgará y opinará si sentir esto está bien o mal, yo no lo juzgo he dejado de hacerlo, lo acepto porque lo siento y contra eso puedo hacer muchas cosas y lo sé, pero sigo sintiendo lo mismo. Si hago lo que todos esperan mucha gente estará más tranquila y también más feliz, pero yo temo hacer lo que todos esperan y seguir sintiendo lo mismo, sospecho que así será. Por eso me recreo en no hacer nada y puede parecer fácil, pero no hacer nada es muy difícil. Sé que él querría que hiciera algo, pero él no está y yo no creo en nada. No creo que haya nada más allá, me parece un precioso y respetable consuelo para quién lo quiera, yo no es que no lo quiera es que ni lo siento ni lo creo.
¿Un título en mi pared llena un vacío tan grande? Creo que no, tal vez sólo lo crea porque no lo tengo aún o por llevar la contraria a todo el mundo, siempre he sido muy salmón. A la única persona que llevo la contraria es a mí, sólo me destruyo y me perjudico a mí.Y si no tengo un título ¿qué hago? Quedarme aquí esperando, esperar como quién espera una línea de bus que ya no existe. Pero si voy viendo cosas desde mi parada, si voy viendo gente desde mi parada, me siento menos culpable. Pero vivir en una parada de un autobús metafórico no es vivir y eso lo sé. Sentirme menos culpable me hace sentir mejor, o al menos, menos mal pero eso tampoco está bien porque no estoy avanzando y se supone -como el valor en el ejército- que la vida es avanzar. No sé si es cuestión de tiempo o de acostumbrarse, pensar en acostumbrarme me repele, es algo que detesto, si me acostumbro haré como si nada y ha pasado algo. Parecerá que es normal y yo no acepto la normalidad de lo que ha pasado.

Hay una frase de El jorobado de Nôtre Dame que tú nos llevaste a ver, recuerdo que te aburrió mucho esa película en el cine pero te quedaste con nosotras, te gustaban las películas Disney y los dibujos animados, siempre fuiste un niño grande que esperaba conmigo mirando la carta de ajuste hasta que empezaran los dibujos por la mañana, pero si cantaban mucho eran un “bodrio” como decías tú. La frase que rescato dice: “la vida no es un deporte que se mira, si mirar es lo único que se te ocurre entonces verás como tu vida pasa de largo”. No debería, en honor a tu memoria, vivir mirando la vida desde una parada de bus. ¿Pero en honor a qué memoria si ya no existes? ¿qué sentido tiene eso y qué sentido tiene nada? Y así se debaten mi cabeza y mi corazón que nunca se ponen de acuerdo. Yo espero que un día uno acabe con el otro y todo sea más fácil. Lo espero desde la parada de bus.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Amiga de un ex (y) amigo

¿Se puede ser amigo/a de un ex?

    Más o menos todo el mundo tiene una opinión forjada sobre el tema. Yo la tenía... Ahora tengo una melena que muchas veces no sé como peinar y muchos pájaros revoloteando en la cabeza y uno de ellos es éste.
Antes pensaba que ser amigo de un ex era lo mismo que: “quedar como amigos y en contacto con tu secuestrador después de que te libere” o bien, “pretender ser sólo un conocido de tus padres al independizarte de ellos y marcharte de su casa”.
        Ahora, tengo claro que no es lo mismo un ex-amante que una ex-pareja supongo que estamos conformes. Pero hay ex-amantes de “si te he visto no me acuerdo aunque si te desvisto lo recuerdo” y hay amantes más duraderos (en el tiempo) con los que tal vez, quizá alomejor ¿es posible tener una relación de amistad? A veces los amantes duraderos son amigos y amantes a la vez, las combinaciones son infinitas...
Luego por supuesto están los ex-novios. Con los que se acaba bien, -(si eres mujer en el 90% de los casos acabar bien es = a haberle dejado tú a él y no él a ti, de nada. Al que le dejan, le hieren en el orgullo y seguro que no opina que la cosa ha acabado bien, al menos al principio)- nos prometemos mutuamente la falsedad o la relación artificial de ser amigos en el futuro, pero claro; resulta que el mundo no es el país de la golosina y que nadie vive en la calle de la piruleta y, claro, uno de los dos no lo tiene tan superado como el otro. Entonces el miembro de la pareja tipo ”prueba no superada” vé con impotencia, dolor y tristeza como su ex, que ahora es un amigo, se echa novio o novia y claro, como eres su amiga, te lo tienes que comer con patatas o arroz de guarnición. Sin usar metáforas culinarias, te lo tienes que comer con dignidad, sin llorar, sin decir nada, con impotencia... Como sois amigos -porque has querido ser una moderna y tolerante, pero en vez de hacerte gafapasta y comprarte una reflex, que queda vintage, para hacer fotos a tu taza del Starbucks; te has hecho amiga de tu ex.- Tu sola te has metido en un jardín que está resultando ser un frondoso bosque amazónico; y ahora salir de allí corriendo no tiene sentido. Si te vas corriendo ¿qué le dices? “Oye colegui yo es que no puedo verte dándole mis besos a otra”, “perdona amigo, es que no lo tengo superado” o también te puedes ir (de su vida) sin decir nada, pero obviamente de ese modo, lo estás diciendo todo...Vamos que tienes que hacer el papelón de tu vida para llevarte el Oscar a la mejor amiga de un ex, interpretando el papel de “cómo me alegro por ti” y “te deseo todo lo mejor, te lo mereces” y el teatral “espero que seáis muy felices”. Considero estas frases de Óscar por eso mismo, interpretaciones más o menos forzadas porque ¿si tienes sentimientos por alguien, de verdad, te alegras tanto como finges de verle en brazos de otra? Sé que nadie me ha preguntado, pero yo pienso que no. Pienso que el amor es, en este sentido, egoísta, por adjetivarlo de algún modo, y que si sientes por alguien lo quieres para ti (y no para otra u otro). Eso de “si quieres a alguien déjalo ir” está bastante bien si eres adolescente y tu madre te ha castigado sin salir y quieres que te deje salir de casa, pero para un ex por el que aún sientes... Por favor. Supongo que habrá gente más moderna y abierta de miras que yo, mis felicitaciones y mi más sana envidia desde aquí porque sufrís menos. Pero si tienes verdaderos sentimientos por alguien todavía, por mucho que sea tu ex y por mucho que seais amigos; gracia, lo que se dice gracia, no te hace que tenga novia. Y es que todo son risas con tu ex hasta que te dice "te presento a mi novia"... Seamos honestas, el primer paso es reconocerlo, el segundo tal vez sea matar a su nueva novia por ser tan condenadamente estupenda, maravillosa y estar ella acostándose con él y tú no.-Obviamente, estoy bromeando.
La amistad con un ex es una relación artificial, al menos al principio. Y este vaivén relacional, de uno a uno, a veces es cómo el “hundir la flota” ¿se trata de guardar bien tu portaviones?, ¿O de estar tocada en el barquito chiquitito y resistir sin llegar a quedar hundida? ¿es normal ser adultos y utilizar estrategias relacionales con un ex, cuál adolescentes que leen la “súper pop” talones en alto y mentón apoyado sobre ambas manos acostadas boca abajo en una cama? ¿en serio que no hemos superado el hacer “estrategias infalibles para que tu chico se vuelva loco por ti”?

    El único parecido que veo yo con el “hundir la flota” es que se trata de un juego de dos. Como sois dos los que os relacionais y no eres tu sola, las cosas se te van de las manos como ocurre con algunas prendas a euro en un mercadillo.

La comunicación es muy importante y para eso los dos tienen que hablar y escuchar, dícese que en eso consiste un diálogo.
Se puede ser amigos cuando ya no hay sentimientos mediantes, pero si una de las partes contratantes cree que la otra alberga aún sentimientos, la potencial relación de amistad queda reducida a una relación de mera cordialidad. Me considero comprensiva y entiendo pasar de amigos a cordiales personas que se saludan por educación pero me indigna, máxime si me han vendido una amistad en el tráiler que no sale en la película.
    Como el juego es de dos, por mucho que hagas, digas y te expliques a tu nuevo proyecto de amigo, si él quiere ver y pensar que sientes algo lo verá. El hecho de por qué él ve -(y sólo él, ya que no hay nada)- que sientes algo, o por qué el quiere ver que tú sientes algo, es otro tema que me da para otro post.
Mi julietaconsejo de hoy es que cojas el hundir la flota o el “juegos reunidos” y lo tires a la papelera más cercana, porque hay que reciclar y la vida es demasiado corta como para estar dando explicaciones constantes a quién no quiere escucharlas porque le resulta más fácil creer, pensar y mentirse repitiéndose las ideas pre-concebidas que él tiene. Si él no quiere reciclar, no depende de ti. Acéptalo. Digo reciclar porque todo es reciclable, tu (ex)- novio siempre puede ser el (ex)-novio de otra. Y también porque una relación puede mutar infinitamente; de amigos a sexo, de sexo a ex (algo), de ex a sexo otra vez ¿y de ex (algo) a amigos? No lo sé... Seguiré proyectando en mi mente mi superocho particular a ver si hallo respuesta que darme y escribir.
En resumen, no sé si se puede ser amigos de alguien a quién has besado y has visto desnudo ¿ellos piensan lo mismo alguna vez? #DudaExistencial.

martes, 6 de noviembre de 2012

Pompas (y perlas) fúnebres (Gran traca final)

El rincón de los disparatados “yo te entiendo”:

-Yo te entiendo porque mi tía abuela de 90 años tiene cáncer y lo hemos pasado muy mal...

-Yo te entiendo porque yo cuando me dejó mi novio lo pasé fatal de verdad...

-Yo te entiendo porque cuando se murió mi abuelo... (este es el más tendencia pero como dice Alejandro Sanz “no me compares”, de nada).

-Yo te entiendo porque a mi mejor amiga se le murió su madre de repente y se pasa fatal...

-Yo te entiendo porque mi novio no tiene madre...

-Yo te entiendo porque mi novio me ha dejado y me quiero morir, así que tú ya ni me quiero imaginar...

-Yo te entiendo porque yo me suicidaría si me pasara eso...


Y como gran traca final: el mejor comentario, el insuperable, el increíble, el más desvergonzado, el más de los más, el número uno que va por encima del uno en “los 40 Funerales” es:


TRRRRRRRRRR.....

Tu padre era la persona menos indicada para morir y faltar en esa casa. De vosotros cuatro el que era peor que muriera era él.

Hasta aquí mi monólogo fúnebre, gracias, hasta siempre amigos.

Pompas (y perlas) fúnebres (IV)

El rincón de la perífrasis verbal que odio “tener+qué”:
Tienes que: ir a clase, estudiar, entregar los cuestionarios, levantarte por la mañana, hacer deporte, ayudar en casa, ir a pasar la ITV de los dos coches, llamar al agente de seguros, ir a hacer la compra, ir a la frutería, no quejarte, no llorar, no estar mal, escuchar, ir al zapatero, ir a la modista, tender la ropa, hacer la comida, poner la mesa, poner buena cara, divertirte, ayudarme con los papeles, ir a buscar las cenizas, llama al periódico para que pongan la esquela, llama a la familia para que se preparen para el golpe, haz la compra, vé a buscar a tu hermana, habla con el médico, comprar medicinas, coger el teléfono, avisa a todo e mundo de la misa, ir al psiquiatra, estar bien, salir, reír, viajar, vivir, conocer un chico, “echarte un novio”, no tener en cuenta lo que te dicen, estar bien, ser fuerte, lee tu texto otra vez, ir al banco, sacarte la carrera este año. Ir al entierro, hacer cosas, ir a más sitios, conocer gente, conocer sitios, presentarte a los exámenes...

(Yo no tengo que nada, yo hago y haré lo que me dé la gana ahora y siempre. Porque ahora mi sufrimiento tiene sentido para encaminarlo hacia una superación, esconder la suciedad debajo de la alfombra llenándome y llenando mi tiempo de "tener+que" no sirve de nada y esta es mi última palabra).

Pompas (y perlas) fúnebres (III)

Y después de los eventos, en la vida real...:

-Tía siempre buscas excusas para estar mal, tu padre ya no va a volver y tú tienes que ser feliz y no ponerte en plan víctima. (Es que no sé en que estaba pensando cuando he estado mal por la muerte de mi padre, perdóname ¿eh? ¿podrás? Y sí, estoy siendo sarcástica)

Te llama una amiga cuatro veces por teléfono porque el novio de hace dos meses la ha dejado y te necesita, ella sólo ha ido dos veces al hospital y ha estado bastante ausente pero te necesita aunque haga quince días que ha muerto tu padre y sean tus primeras navidades sin él, lo importante es que el novio la ha dejado:
-Tía, me ha dejado. Me quiero morir... Tienes que ayudarme.
(¿Tú quieres morir? Bien, te ayudaré, voy por una magnum 44 y cianuro no quiero que cometas errores).

-¿Y tú sigues fumando con lo que le ha pasado a tu padre? Flipo...¿no te ha bastado? (Sin duda otro FA)

-¿Esto que “le viene” por fumar? ¿Me das un cigarro? Total nos moriremos igual ¿eh? Jajaja... (Y el premio Velatorio 2010 al comentario más ingenioso es para...)

-¿Quieres ir de viaje?
-No.
-¿Por qué no?
-Porque no.
-Pues yo pienso que te iría bien, al menos te distraes.
-No quiero distraerme mi padre ha muerto.
-Pero ¿él no querría que te fueras?
-Sí, pero él está muerto y yo no quiero viajar.
-Bueno no sé, yo creo que te iría bien...

-Quiero que quedemos y hablemos.
-¿te importa si voy con dos chicos? Es que había quedado con ellos a la vez hoy porque son amigos ya te contaré, los dos me van detrás y no me decido...

-Tú ahora tendrás una depresión muy grande lo que tienes que hacer es tomar todo lo que puedas para estar bien, porque lo importante es tu madre y si ella te ve bien aún puede ir bien algo.

-Tengo pesadillas por la noche.
-Yo sé un remedio.
-¿Cuál?
-Si fumas porros no sueñas, un peta antes de dormir y adiós pesadillas.
-No quiero fumar porros para dormir bien.
-Tómatelo como algo temporal. Las pastillas son mierda, los porros naturales...

-Yo paso de ese bar y de estar todo el día metida ahí.
-Es lo único que quiero y puedo hacer ahora.
-Pues yo de bares paso y ahí menos.

-¿Ahora qué haréis? Venderéis todo lo de su pueblo y no volveréis más ¿no? Porque habiendo muerto él... (Ahora nos suicidaremos las 3 en plan secta pero antes lo venderemos todo FA)

-Ahora ya no podéis hacer nada, esto no tiene arreglo, mal ya vais a estar para siempre, se trata de tomar pastillas y todo lo que podáis hasta que os muráis porque es la única manera de llevarlo, y aún estáis demasiado bien pero ya veréis, caeréis y vais a estar fatal... (Gracias tía, yo había pensado darme a la heroína ¿te parece bien? Es que me interesa muchísimo tu opinión, la voy a puntar en mi lista prioritaria de cosas que me importan una hez de caballo y lo haré ahora mismo con tinta invisible #ExplicacionesEducadas)

-Te veo muy pero que muy gorda, supongo que claro con lo de tu padre te has tirado a comer...
-Estoy a dieta...
-Pero hace poco ¿no?
(Hace el mismo tiempo que desde que tú no tienes vida sexual, por lo que me acabas de decir. De nada.)

-¿Quieres venir a una fiesta de disfraces? Estaremos todos, nos lo pasaremos bien... (Me apetece tanto como graparme los dedos a la mesa ir a una fiesta de disfraces con un montón de gente que ha pasado de mí en el peor momento de mi vida y fingir que la vida es una fiesta, pero gracias por tu FA).

-Tú deberías tomar pastillas, anti-depresivos o algo, tienes que ir a un psiquiatra porque sino no te vas a sacar la carrera en la vida y tienes que estar bien. Piensa que si no tomas nada tendrás depresión mucho tiempo e igual ni te curas en la vida... (Ya, de hecho voy a emular trainspotting y leaving las vegas a la vez, no te preocupes, duraré poco).

-¿Te apetece salir este fin de semana? (Claro, eso es lo mejor que se puede hacer, salir es la solución a todo: si te deja el novio, sales; si muere tu padre, sales... Y así FA)

-¿Dónde te acuerdas más de tu padre? En el salón, en el comedor, en la cocina... Me refiero a en qué sitio de tu casa. (En el retrete, allí tengo mucho tiempo para pensar... Gracias por esta pregunta tan estúpida como necesaria, FA).

-¿Cuánto tardan en darte las cenizas? ¿Tanto? ¿Por qué? ¿Te fías de que las cenizas sean de tu padre y no cenizas normales?

-No llores, sé fuerte por tu padre tía... (Es mejor para ti que yo sea paciente, porque si soy más fuerte puedo situarte en el campanario de la iglesia de un soplo de aire de mi boca, FA).

-Hola, oye que me he enterado hace nada y me he quedado helado, lo siento, si puedo voy al funeral... Para lo que quieras ¿eh? (Y ella no volvió a ver nunca más a su ex hasta un mes más tarde en que se reencontraron y él se enrolló con otra en su cara otra vez, FIN).

-Estoy para lo que quieras. (No está científicamente demostrado, pero existe una regla de tres directamente proporcional a que cuántos más y cuánto más decían esta frase, menos hacían y menos estaban. Los que han estado para lo que he querido no lo han dicho, lo han hecho. De nada).

-Tía que he leído la esquela de lo de tu padre en el periódico y hay dos nombres así como súper raros ¿no? (Lo hemos hecho aposta para hacerla más interesante, es que somos la leche en mi familia).

-Eres el timón ahora, no puedes venirte abajo, sigue así.

-Tú eres igual que él, tienes que encargarte tú de todo y estudiar, porque él lo habría querido así.

-¿Habéis visto mis fotos de pequeña con mi padre?
-¿Qué fotos? ¡Ah! No pero oye ¿has probado estas croquetas? Están de muerte voy a por más.

-Eres el espejo dónde se va a mirar tu madre, piensa eso cada día. Cuándo vayas a hundirte piensa en eso; si tú estás bien tu madre estará bien. No tienes que estar mal y ya verás como todas estaréis bien.

-Tienes que ayudar a tu madre en todo y ocuparte tú de todo, eres la fuerte de la familia ahora, tu padre lo habría hecho así y tú estás haciendo todo lo que haría él. Sigue así.

-Nunca lo superarás, esto nunca se supera, ahora ya estarás mal para siempre pero mírame yo tomo pastillas y hago una vida normal. (¿Tú crees? Alomejor si te escuchas cuando hablas no es tan normal...)

-A medida que pase el tiempo, estarás cada vez peor, ahora no estás mal, tú espérate, que cada vez estarás peor... (Olé tú).

-No puedo quedarme más de una hora contigo porque he quedado con mi novio, hemos vuelto a discutir, ya te contaré... (¿Me lo contarás? Pues si sabes contar, no cuentes conmigo...)

-Tía yo he pasado de ti y te he dejado sola porque tú dijiste que querías estar con tu madre.
-¿Todos estos meses? No hay más preguntas...

-A mí no se me ha muerto mi padre pero me han pasado cosas. Eres demasiado exigente, todo el mundo hace lo que puede...
-¿Hace dos meses que se ha muerto tu padre? ¿No verdad? Pues no tengo nada más que decir...

-La gente no te preguntamos por el tema ni te hablamos del tema para no recordártelo.
-Sí, hacéis muy bien porque piesna que yo sólo me acuerdo cuando alguien me lo dice ¿eh? El resto del tiempo no me acuerdo, ni lo tengo presente...

Pompas (y perlas) fúnebres (II)

Pre-velatorio y velatorio:

-Tú ahora no sabes lo que te está pasando, estás en una nebulosa. Caerás... (Puedo decir irónicamente que esto es un comentario con finalidad de ayudar, en adelante FA para abreviar).

-¿Estás bien? Tienes súper mala cara.
-Pues eso que han venido mis amigas a maquillarme.
-Pues no se nota estás muy pálida y con ojeras...
(Estoy súper bien, yo es que no voy a pubs ni discotecas cuando quiero divertirme voy a velatorios)

-Señora siento mucho lo de su marido, tiene que decirnos qué velatorio quieren y cuándo y darnos la ropa que quieran...
-Julieta, encárgate tú de todo, yo no sé qué dice este hombre.

-No voy a entrar a verlo por si está negro o azul. (Haces bien, le he dibujado el arco-iris en los mofletes y podrías asustarte).

En el top 10 de las preguntas más repetidas y maleducadas:
-¿Por qué velatorio por la mañana y no todo el día?
-¿Por qué el funeral en esa iglesia y no en esta otra?
-¿Por qué incineración y no entierro?
-¿Él pidió ser incinerado?
-No.
-¿Y por qué incineración entonces?
-¿Qué vais a hacer con las cenizas?
-¿Por qué?
(Por sórdido e increíble que parezca la pregunta más repetida fue la relativa a la incineración; por qué esa opción y qué haríamos con las cenizas, yo tuve ganas de responder: “haremos supositorios de dos kilos para introducírtelos suavemente por dónde la espalda pierde su casto nombre”. Pero mi educación y elegancia me impidieron tal comentario. La gente pregunta cosas que bien podría callarse).

Gente que habla de recetas de cocina, gente que se va a saludar a otra gente, gente que cotillea, gente que me pide explicaciones, gente que te coge, gente que te agarra...

-Perdone, han escrito mal el apellido de mi padre en el papel de la puerta, va con acento.
-Bueno, ahora ya no lo podemos cambiar, si quiere pida un boli por ahí y ponga el acento usted misma.
-Yo sé que usted trabaja montando velatorios y que este es uno más, pero hasta la fecha es el peor de mi vida, sólo quería decírselo porque ya sé que puedo pedir un boli y ponerlo yo.
-Lo siento señorita...
-No se preocupe...

-¿La familia de tu padre de fuera están en tu casa o en un hotel?¿Han venido todos? ¿Por qué? ¿Por qué no? (¿Trabajas para la gestapo, te has dejado los sudokus, o es que tu vida es tan aburrida que tienes que interrogar la ajena?)

-Esto te enseñará a no fumar nunca más. (Muchas gracias por esta lección de la vida que me has verbalizado, sin duda alguna con el ánimo único de hacerme sentir mejor ¿verdad? FA)

- Enhorabuena Julieta por la ropa que has elegido, está guapísimo, está como él era, enhorabuena de verdad. (Ya lo veis, hay gente que me tiene por una artista y sí, estoy siendo cínica FA).

-Tenéis que estar muy contentas las 3 porque le han traído muchas flores. (Sí, hemos traído una piñata, estoy deseando abrirla FA).

-Tenéis que estar muy contentas porque le han puesto muchas esquelas, ¿las habéis visto? Ven, ven, que te las enseño llama a tu madre y a tu hermana. De verdad que son muy bonitas vale la pena leerlas... (Creo que les darán el premio Planeta, sin duda es el mejor momento para la lectura, en pleno velatorio, nada me apetece más).

-¿Has preparado la comida para tus tíos?
-No, la verdad es que he estado en el velatorio toda la mañana y voy a aquedarme toda la mañana.
-Bueno, pues si puedes te vas un poco antes, que te lleve alguien a casa y les haces de comer...
(Estuve a punto de inventar la división molecular o la clonación para poder estar en todas las partes y hacer todo lo que se me exigía, pero luego me dió pereza).

-Habría sido peor un accidente de tráfico, al menos habéis tenido un mes para haceros a la idea. (Vaya, es verdad, debería dar las gracias a la vida si es que no sé como soy tan ingrata y desconsiderada).

-Es mejor que haya muerto estando como estaba, imagínate, vivo sin un pulmón. Pues casi vegetal, no habría podido hacer nada, una carga... (Es verdad, voy a dar las gracias también por eso, “es mejor que haya muerto” qué frase, qué entonación... ¿QUÉ SOBERANA PAMPLINA ME ESTÁS CONTANDO?)

Funeral y “momento consuelo”:

-El otro cura y yo debemos supervisar lo que quieres leer.
-No hay problema. Tenga...
-¿Tienes que leerlo todo?
-Sí.
-¿Por qué?
-Porque quiero y es mi padre.
-Te veo muy valiente, cuando murieron mis padres yo no pude decir misa...
-Usted no es yo, no debemos compararnos...
-¿Crees que podrás leerlo?
-Sí.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque es lo último que puedo hacer por él y quiero.
-¿También tienes que leer el poema entero?
-Sí, es indispensable.
-¿Por qué Miguel Hernández?
-Porque nos gustaba...
-Nos parece demasiado largo, la gente dejará de escucharte y alomejor se van, pero haz lo que quieras. ¡Ah! Hemos quitado el CD del réquiem de Mozart que nos has dado para poner en la iglesia porque en vísperas de la Inmaculada Concepción no podemos poner música de misa funeral. Esta misa no es un funeral es una misa conmemorativa, no se pueden celebrar funerales en vísperas de la Inmaculada Concepción, esto no es un funeral.
-Con el debido respeto señor cura, no sé si le parece largo mi texto a mi padre ni me importa y con el debido respeto también Padre, si me quedo sola en la Iglesia leyendo las últimas palabras que le he escrito a mi padre, me da igual, si la gente no me escucha me da igual y si no quiere poner una música que para mi padre y para mí era importante porque esto no es un funeral y se llama “misa conmemorativa” me da igual porque al menos lo habré intentado. Creo recordar, por decirlo en su idioma y con el debido respeto, que el cuarto mandamiento dice “honrarás a tu padre y a tu madre”. Honrarle con este texto es lo último que puedo hacer por él y voy a hacerlo con su aprobación o sin ella, si es menester lo leeré a la puerta de su Iglesia y voy a leer mi texto íntegramente y ni ustedes ni yo vamos a hablar nunca de esta conversación con mi madre, si me perdonan voy con ella y mi hermana, esta conversación ha terminado, buenas tardes.

Pompas (y perlas) fúnebres

Aquí os presento una “ensalada” variada de perlas que he tenido “el placer” de escuchar. Muy agradecida por todas ellas porque ahora puedo escribirlas y reírme y porque entre todo lo que sucede y oigo, me haré tan fuerte que seré de titanio y no tendré que tomar puleva calcio ya que nunca tendré osteoporosis.
Por favor, si podéis reíd al leerlo, ya no duele, ya pasó y sabed que yo me río, primero porque yo no concibo la vida sin humor; ya es todo demasiado serio como para no reir y el humor no es serio. Y segundo, sé que mi padre se reiría, teníamos el mismo sentido del humor, por eso estoy más que tranquila realizando este monólogo fúnebre. Los paréntesis son mis comentarios ante estas perlas fúnebres en las pompas fúnebres y fuera de ellas, espero que lo disfrutéis, yo me he desahogado maravillosamente.
Y ¡ah! Se dice el pecado, no el pecador... Hay de todo en los autores: familiares cercanos, lejanos, amigos, conocidos, médicos, ex, trolls, Gollum...

En el hospital:
-Esto no tiene cura ni aquí, ni en Huston, ni en la China pero puedes preguntar por ahí si te da la gana y podéis llevarle dónde queráis, eso sí, yo te aseguro que se os muere en el camino.

-Con su madre no hemos podido hablar se muestra muy histérica.

-Yo no sé cuando va a morir tu padre porque no soy Dios, pero te digo que si ahora lo saco a caminar por el pasillo se queda pajarito, se le puede parar el corazón y quedar tieso, pero puede morir durmiendo también de un paro cardíaco... en cualquier momento, no lo sé. Esto es esperar...

-Este hombre que se vaya a su casa que está muy nervioso ya le mandaremos los resultados de la biopsia por carta...

-Ahora en cuanto pase todo esto a ver si te pones un poco a dieta, porque de verdad que estás muy gorda ahora, yo no sé si en tu vida has estado tan gorda como ahora jajaja, ¿cuánto pesas? es que no tienes ni cuello...

-No sé que le pasa a su marido pero tiene muy mala pinta.

-¿Estás comiendo? Has adelgazado mucho desde que tu padre está en la clínica...
-Sólo tilas y tabaco...
-Bueno, tampoco te hace falta comer, si pierdes 20 kilos no pasa nada...

-Mi padre se va a morir... Sólo lo sé yo y ahora lo sabes tú, no he tenido valor para decírselo a nadie más.
-Bueno, hablemos de cosas felices, mi hermana está embarazada.(dos horas después) Me voy a por el bus, llego tarde a ruso, un beso a tu padre.

-Si le queda tan poco de vida, no estará en tu cumpleaños... (Gracias, no habría llegado yo sola a esta conclusión ni con la ayuda de los tres ingenieros japoneses que diseñaron los planos de la presa de las tres cabezas, gracias, ¿eh? Te lo has currado).

-Tu padre quiere más a tu hermana que a ti.
-Mi padre nos quiere a las dos...
-No pero yo lo sé, a tu hermana la quiere más, se nota, se le ilumina la cara cuando la ve...
(A ti no te querían ¿verdad? ¿Echar fuera tus traumas infantiles conmigo te sirve?)


-La ilusión de mi padre era ir al pueblo estas navidades ¿qué opinas como médico?
-¿Navidades? Merece la pena morir con ilusión...