lunes, 12 de noviembre de 2012

Un helado para pensar

Dejar de preocuparse y ocuparse

Degustando un delicioso helado de chocolate en Can Joan de s'aigo -lugar emblemático de Palma- he pensado en algunas cosas. Del exquisito sabor del helado mi mente ha ido al sinsabor de una idea que debo aceptar. Creo tan importante dejar de preocuparme como de ocuparme, máxime cuando debería ocuparme, sino más al menos mejor, de mí misma.

¿Por qué me preocupo y ocupo?

     Como presidenta y confesa ex-mujer que ama demasiado -(me estoy rehabilitando y creo que voy bien)- me resulta más fácil que respirar ocuparme de otros antes que de mí, especialmente hombres. Los hombres en apuros, esa es mi especialidad, cuantos más apuros más me atraen porque soy rescatadora experta aunque no me llame Bianca ni viva en Cangurolandia. Necesito un hombre que me necesite, o mejor dicho lo necesitaba, hasta que hace casi un año emprendí otro camino del cual os hablo y os escribo largas parrafadas.
Esto es muy lógico; todo el tiempo que invierto en los problemas ajenos, lo resto de los propios y si a los propios no queda tiempo, mejor que mejor.
Me declaro culpable de “cuéntaselo a la tía Julieta, ella lo solucionará todo”. Sé que puede parecer bonito y altruista, yo lo pensaba y lo sentía, hoy me he dado cuenta de que lo que soy es bastante cobarde. Eso es, escondo la cabeza cuál avestruz en solucionar vidas y problemas ajenos para no mirar hacia los míos, yo que me tengo por sabia aprendiz de psicóloga experta he visto hoy, por todo en conjunto y nada en particular, mi absoluta falta de destreza en manejar mis asuntos.
Como a todo el mundo me preocupan bastantes cosas. Ahora mismo en mi top 5 destaco dos de la lista: una amiga y un hombre(¿amigo?)... -¿Veis mi carrera en esta lista? Porque yo no... Y debería estarlo.

Mi amiga.

Mi amiga es una mujer que ama demasiado y ella no lo sabe. No lee mi blog desde hace un tiempo porque no puede, dice que no acepta ver que su hombre es como un hombre sobre los que yo escribo, que si él encaja en esos perfiles el mundo tendrá razón en que lo suyo no va a ninguna parte y mi romántica amiga cree en lo único de su historia y en lo especial de la misma. Si sólo ella entiende su historia y le da sentido entonces son los demás los equivocados y su amor es, si cabe, aún mas grande. Toda mujer que ama demasiado pasa por eso en todas sus relaciones...
Ella es maravillosa y muy inteligente; habla cuatro idiomas y tiene dos carreras, entre sus otras muchísimas cualidades. Antes de amar demasiado era una hippy urbana de una energía vital contagiosa, le gustaba tocar la guitarra y decorar su casa con hermosos colores y frases que me invitaban a la reflexión. Hemos pasado por muchas cosas juntas, es una amiga de la infancia. Al menos yo he sentido muchas cosas con ella; la cercanía y la distancia entre ambas, la amistad y la enemistad, el enfado y la reconciliación. Con ella empecé a perdonar y eso es algo que no se olvida. Nunca había perdonado a nadie hasta hace casi un año, cuando decidí dejar de torturarla con mi ignorancia y la perdoné.
Estoy preocupada por ella desde hace unos 4 años y muy preocupada desde hace casi uno y no sé si ahora la situación reviste mayor gravedad o yo estoy más cansada o tal vez todo a la vez. Por ella he llorado, he sufrido, me he indignado... Me resulta muy irritante ver el daño que se inflige a sí misma, antes me daba pena y me causaba tristeza, ahora me rebelo, me exhalto, me enfado... Y debo aprender a callarme cuando eso me pasa y ya no le digo lo que pienso, dudando si está bien o mal no decirle por infinita vez lo que pienso y lo que debe hacer cuando ella me pregunta.
     Cuando ella está así es mi reflejo de hace unos años atrás. Es un reflejo de mí que no quiero volver a ver y que el espejo me escupe algunas veces. Pero ella no tiene la culpa y yo debo aceptar eso, no ha recorrido mi camino ni tiene por qué hacerlo. ¿Quién soy yo para decirle que por ahí no es? Es cierto que soy su amiga y que yo veo el precipicio que se abre a sus pies, pero a veces no es sólo que haya que caer es que hay que saltar y precipitarse al abismo y una vez en el fondo más hondo, en la fosa de las marianas de cada uno, subir y volver... Yo sé que ella tiene luz propia para ver allí abajo al fondo de todo, allí está muy oscuro ¿pero ella lo sabe? ¿me corresponde decírselo o debo ponerme un bonito bozal? No, no debo decir nada, en la fosa de las marianas no hay cobertura, quién haya estado lo sabe, válgame la expresión no haber cobertura como sinónimo de no querer escuchar... Aún así a la manipuladora o ayudadora (para mí en este caso son sinónimos) que llevo dentro se le resiste la idea de que ella no tiene por qué dejar de amar demasiado si no le place. No tiene por qué iniciar ningún camino que yo le muestre... Ella me pide ayuda pero yo sé que eso no lo hace de verdad. Quién tiene un problema y pide ayuda, en primer lugar, la toma muy fuerte con las dos manos y en segundo lugar, también la busca por sí mismo. Tenía razón todo el mundo: lo admito. A mí orgullo y a mí nos cuesta mucho pero lo admito, el primer paso debe darlo uno mismo o en este caso ella misma.
Mañana continuaré con el hombre (¿amigo?).

4 comentarios:

Educador@s en crisis dijo...

Quizá esa amiga te sigue más de lo que crees. Quizá todo lo que sientes ahora inútil o inoportuno le sirve, en el abismo, para mirar hacia arriba. Lo demás llegará, todo pasa. Lo importante al final es tener a alguien que se preocupe (no sé si hasta el punto de anteponerte a ti), te acompañe en el camino equivocado una y otra vez y a la vez intente alejarte de las zarzas. Esto si es especial y no la búsqueda de medias naranjas. Y ten por seguro que, desde lo más pronfundo del oceáno, ella lo sabe, se siente afortunada (a veces no merecedora de tanta generosidad) y espera aprender a razonar, escuchar, apoyar, escribir, combinar! y amar como lo haces tú. Eres única.

Julieta decide vivir dijo...

Querida educador@s en crisis: gracias por estas reconfortantes palabras de aliento que no esperaba en absoluto y que han sido una grata sorpresa. Mi amiga merece generosidad, toda la del mundo y estoy aprendiendo que yo también debo ser generosa conmigo misma así que proseguiré con el funambulismo, tratando de no pendular de un extremo a otro como mal solía hacer antes, buscando el equilibrio entre incidir, estar y presionar demasiado y no desocuparme de mí. Nadie tiene que aprender a razonar, escuchar, apoyar, escribir, combinar y aún menos amar como yo (no podemos colapsar los manicomios jajaja) yo no soy ejemplo de nada, sólo una atrevida que escribe un blog. Aún así gracias por tus halagos que me han hecho sonreir.

Unknown dijo...

Encantada de cruzarme contigo :)

Julieta decide vivir dijo...

Gracias Lorena Andrea y yo encantada de que te encante :-)

Publicar un comentario