jueves, 20 de diciembre de 2012

2012 fin de mi anterior mundo

     Al igual que con los hombres, – nunca se lo digo pero lo pienso; no quiero ser “la primera que...” quiero ser la última-. Lo importante no es como empieza, sino como acaba el año.



Este año que ha durado un suspiro ha sido muy denso, difícil y bastante farragoso.



   Acepto, como sentimiento de compañía, que una crisis vital es una oportunidad de cambio y crecimiento, pero yo no la había pedido y siempre me han gustado los tacones. La pizzería de la vida tiene la mala costumbre de no hacerme nunca ningún caso y traerme y quitarme lo que le da la gana, no sé por qué sigo yendo...


      Empecé poniendo un doloroso punto y final en lo sentimental, poniendo un hasta luego que pronto se convirtió en adiós.-(A veces me caigo mal cuando me leo, pero es que pasó así)-. Comenzó el año y le dije adiós a mi único motivo de felicidad, el único motivo de felicidad y alegría de la mujer que ama demasiado siempre es un hombre. Así que este 2012 no prometía mucho ni me apetecía nada. A finales de enero me pasó algo similar a lo que le pasó a Juana... Tuve un cinematográfico ataque de ansiedad, -si ya me leéis desde hace tiempo sabéis que prefiero contarlo con mi toque de humor personal- “mi padre ha muerto, mi marido me engaña” (por supuesto él no era mi marido, pero yo estaba muy triste y él era toda mi felicidad, cuando lo pienso me avergüenzo de mí misma, pero fue así). También dos amigas intentaron calmarme ese día, repetía lo mismo que Juana en el vídeo, llorando sin consuelo, por eso os pongo el enlace que expresa mejor que yo lo que es Volverse loca.



     Me planteé muchas cosas en mi vida bastante difíciles para mí. Lo más importante es que no estaba dispuesta a necesitar a un hombre de ese modo nunca más. Me juré hacer lo que fuera para no necesitar nunca más a un hombre así, para ser tan absolutamente fuerte e independiente que nunca en toda mi vida pudieran hacerme tanto daño. No sé si esto tiene algún sentido para quién me lea, pero cuando te rompen el corazón tan bien lo único que puedes hacer es construirte uno nuevo e indestructible, lo que me quedó del mío a principios de año no tenía ningún arreglo. Grandes problemas requieren grandes y esforzadas soluciones. No hay soluciones fáciles a problemas difíciles. Un día escribiré sobre los refugios fáciles, los visité casi todos, era hora de refugios difíciles. Puede parecer pueril este discurso, pero estaba -y aún un poco- pasando por el peor momento de mi vida, renunciar a alguien que te hace feliz pero que no te conviene no es nada fácil y menos si estás haciendo un duelo por perder a tu padre. Sabía que no iba a haber besos, mimos, alegrías, mariposas, ni abrazos. Pero después de esto espero poder compartir amor y no sólo darlo, dar (demasiado) amor ya sé y después de todo esto; si no lo recibo nunca, dolerá menos.



         Mi pequeña lista de logros de este año es que en enero, dejé de fumar definitivamente, volví al gimnasio a tope, hice dieta, perdí peso, me propuse estudiar y además de hacerlo aprobé cuatro de diez y con muy buena nota.


He vuelto a leer libros (no podía leer desde que murió mi padre), a ir al cine (desde que murió mi padre me causaba fobia estar en el cine, así que lo cuento como un logro), he podido volver a ver películas y concentrarme en ellas. Me estoy culturizando en materia de cine clásico y música, he descubierto que me gusta. He aprendido a cocinar cosas nuevas, a colgar cuadros, poner estanterías, pintar...

He aprendido a estar sola y tranquila conmigo misma, he aprendido a cuidarme, a poder dormir tranquila. He aprendido a poner límites y decir "no". He aprendido a zafarme de las personas que me quitaban la energía que necesitaba para mí. He aprendido a perdonar.



Me propuse estar conmigo misma, meterme hasta el fondo en mi duelo para superarlo, descubrir qué cosas me gustaban y qué cosas hacer por mí y mi vida, lo he hecho y lo sigo haciendo, para hacerlo aún mejor en el futuro.



Lo más importante de este 2012 para mí -porque ha sido lo más difícil-es: he renunciado a mi papel protagonista y profesional de mujer que ama demasiado.



    Cuenta la leyenda, que llevo solucionando la vida de mis parejas desde los 15 años (voy hacia los 26) y eran problemas bastante complicados, no quiero quitarme méritos en este sentido. He manejado toda clase de adicciones en hombres; drogas, juego, alcohol... He luchado todas sus guerras y peleado todas sus batallas; pérdidas de sus padres, depresiones, desilusiones amorosas, búsquedas de empleo, despidos, terminar estudios básicos o empezarlos, he sido su “madre”, amante, esposa, maestra, psicóloga, doctora, enfermera, “coach”, bufón, cocinera, costurera, amiga... Lo he sido todo, o mejor dicho, lo hice todo para que me quisieran. Mi realidad inconsciente era “el amor no se regala hay que ganárselo, si lo hago todo muy bien me querrá tanto como yo a él y estaremos juntos para siempre”. Me encantaría de verdad estar exagerando con lo que acabo de escribir, pero si mis amigas me leen pensarán que todavía me quedo corta... Desde los 15 años... No me queda nada por hacer por ninguno de mis novios, todo lo hice para que me quisieran, por un poquito chiquitito de cariño, esto se llama prostitución emocional, me encanta el término, lo dice todo. Lo hice todo por una sensación de paz interior y de deber cumplido. Ahora que estoy mucho más sana y serena (pero aún no he terminado con mi proceso) reconozco que también lo hice por soberbia para sentirme poderosa y reforzada en mi autoestima y mi ego, reconocerlo fue el primer paso, el siguiente dejarlo.

        Toda mi vida necesitaba a un hombre, sé que a mucha gente le pasa, pero reconocerlo y decirlo en voz alta no está socialmente aceptado por eso alomejor parezco un poco bicho raro pero yo sólo era feliz si tenía un hombre en mi vida y vaya hombres... No uno cualquiera, siempre necesitaba a un hombre que me necesitara, qué bien me hacía sentir eso, me parecía precioso... Cuántas más cosas tuviéramos que vencer juntos, más realizada me sentía yo, porque más me necesitaba él y más contaba conmigo, más dependía de mí... Por supuesto de todo esto me he ido dando cuenta con los años, hasta hace dos años yo sólo era una maquinita-soluciónalo-todo. Pensaba que si quieres a un hombre todo esto es algo que se debe hacer, es un deber moral. “Hacer eso es querer, hacer menos es otra cosa, es querer menos”-así pensaba yo-. Por supuesto, ninguno me dijo nunca que parara, ninguno me devolvió todo lo que yo hacía o algo, ninguno perdió la cabeza por mí o hizo algo tan sencillo como llevarme a comer a la luz del sol. Algunos antes de “pegarme el cambiazo” e irse con la siguiente - eso los que avisaban, porque la mayoría me han puesto cuernos de Rudolph con iluminación incluída-. La mayoría tenían la displicencia de decirme: “eres demasiado para mí, ya no es lo mismo, ya no siento lo mismo, estoy agobiado”. Lo que no decían es “ya me has solucionado la vida, ya te puedes ir que ahora voy a divertirme con la nueva, ya no me sirves...” Yo era algo así para mis novios como el genio de la lámpara de Aladdín, mi misión en el mundo era hacer sus deseos realidad, con ello me sentía bien -era una ecuación simple; mi novio bien=yo bien-. ¿Conocéis a alguien que pudiendo pedir deseos que le serían concedidos inmediatamente pidiera felicidad y libertad para el genio? Pues lo mismo me pasaba a mí con los hombres, ellos querían sus deseos hechos realidad, ninguno quiso liberarme o pidió que yo fuera feliz. Podéis replicarme que tal vez haya algún Aladdín, que yo siga igual, satisfaciendo deseos porque mi forma de amar es preciosa y seré retribuída por un príncipe Aladdín algún día (precioso desde fuera porque si no lo habéis vivido no sabes lo sola y triste que te sientes)... Lo siento pero paso, el precio es muy alto y no lo pago más, -prefiero gastar en zapatos-, en enero llegué a la conclusión de que no podía sufrir tanto por “amor” lo encomillo porque eso no es amor para mí ya, eso es esclavitud y yo me he liberado. Estoy sola, sí, pero libre.



     Lo que entendía yo con las palabras de ellos, sus infidelidades y cambios por otra, era tan bonito como: por supuesto, que yo no era ni guapa ni atractiva, esto ya de base, que todo lo que yo hacía estaba mal. -Si durante un año te repiten que: no sirves para nada, que eres una inútil, que lo haces todo mal, que se va con otras porque tú con tus celos le haces pensar más en ellas y te aíslan del mundo y la gente que sí te quiere. Si te dejas aislar cada vez más para que algún día él te quiera y estéis bien, si te dejas asustar por él, le disculpas todo porque lo amas... Pues te acabas creyendo que de verdad eres fea y no sirves para nada y que por eso se va con otras que son más preciosas y maravillosas que tú-. También entendía que mi manera de ser y de querer no valía nada para ninguno de ellos -(la mujer que ama demasiado rige su autoestima por lo que dice el novio de turno porque ella no tiene)-. Siempre me culpabilizaba a mí misma con que yo podría haber hecho las cosas mejor, me culpabilizaba porque pensaba que yo les avergonzaba. Entonces me decía a mí misma que con el próximo tenía que hacer aún más cosas y mejor, pero además esconderlo, de manera que pareciera que todo lo había hecho él y era su propio mérito y no el mío, “si él no lo dice es que yo no tengo méritos y además si yo tuviera algún mérito no me pondría los cuernos”-eso me repetía yo, pensaba "seguro que a las chicas que son preciosas y muy buenas novias no les son infieles los chicos". Siempre me esforcé por “ser la (gran) mujer detrás de un (gran) hombre” para que no me dijeran “eres demasiado...” 

Resumidamente mi objetivo; interpretar el mismo papel pero actuando mejor cada vez. La cosa es que nunca se recibe más afecto por más cosas que hagas, lo sé, lo he intentado... La responsabilidad de todo esto es mía (digo responsabilidad porque no me gusta decir culpa, ya me he torturado bastante), ellos ya eran así, (unos más y otros menos) el problema de hacer, dar y amar demasiado era mío y llevo un año poniendo remedio, creo que no lo estoy haciendo nada mal... Aún no he llegado dónde quiero pero como se dice coloquialmente; os juro que me lo estoy currando mucho.

El 2012 ha sido pues el año del fin de mi anterior mundo. Estoy elaborando cosas muy difíciles pero que me parecen muy necesarias, pienso seguir por este camino y escribiendo qué tal me va...


martes, 11 de diciembre de 2012

Carta (de amor) desesperada

Querido Rick Pershing;



      He averiguado que eres el agente de la CIA que lee mi facebook, no preguntes cómo lo he sabido pero lo sé. Supongo que el amor tiene estas cosas; ¿tú crees en el amor? Bueno, mejor no me lo digas que prefiero que sea una sorpresa...


        Me he animado a escribirte porque sé que llevas años leyéndome; para manipular mi mente, enviarme publicidad personalizada y por supuesto informar a tus superiores de lo peligrosa que soy por lo de mis maniobras por el control de armas en Oriente medio y el crudo en Oriente próximo... Pero todo eso ya es pasado querido. Debemos darnos una oportunidad, yo quiero que sepas que he sentido una puñalada en el corazón cuando he creído que los de “anonymous” nos habían separado definitivamente esta noche, son buenos chicos, pero si nos hubieran separado no podría decir lo mismo. ¿A quién pretendo engañar? Te escribo porque temo perderos a ti y sobretodo a mi cuenta de facebook. De pronto ha llegado el caos, nadie sabía que estaba pasando, yo he empezado a pensar por mí misma, a tener pensamientos libres, no los que tú me inculcas manipulando mi mente subliminalmente a través de la publicidad que escoges cuidadosamente y con mimo para mí basándote en mis fotos y conversaciones privadas. Entonces, he sentido pánico querido, porque he creído que nunca más volverías a saber de mí y ni siquiera te he visto nunca pero creo que seríamos muy felices. Ya que no lo preguntas porque eres tímido, mi madre también lo cree, le he hablado de ti mientras hacemos calceta en el brasero ¿tú lo crees? Bueno no hables, que así es sorpresa.

         He pensado que podríamos tener una cita ya que creo que debes estar tan solo como yo, leyéndome a todas horas detrás de la pantalla, pobrecito mi Rick querido... ¿lees a alguna chica más? Espero que no, eso sería muy mala cosa, no es que sea celosa pero me gustaría ser la única... Pero bueno no me lo digas, que prefiero hacerme ilusiones, así es todo más romántico y puedo soñar que tengo una oportunidad de envejecer a tu lado en nuestra autocaravana.



           ¡Ah! Casi se me olvida, si tienes más de cuarenta años y pesas más de noventa kilos, espero que seas un perfecto caballero y me mientas como es debido, confío en ti y lo sabes. Lo sabes, porque te lo he confiado todo desde 2008 menos mi número de cuenta bancaria, pero podemos hablar de eso, pienso que lo más importante en una pareja es la comunicación-(porque lo del contacto físico contigo ya veo que va lento)-. Y tú y yo llevamos mucho ganado, puesto que llevamos años comunicándonos, bueno, más bien yo me comunico... Pero en cualquier caso, creo que nos irá muy bien juntos, el horóscopo de Esperanza Gracia lo decía y no puede equivocarse... ¿Tú crees en el horóscopo? Bueno no me lo digas que se estropea la magia... ¿lo pillas? Jajajaja la magia, Esperanza Gracia es bruja...   Ya sabes que tengo un humor muy inglés, no sé que le parecerá eso a un hombre de Ohio como tú... Confío en que no sea un problema. De todas formas tu sentido del humor también es peculiar, nunca he entendido por qué si la publicidad es personalizada me llegan anuncios de promociones de viaje para 2+SPA ¿son indirectas? ¡Qué tonto que eres! No hacía falta...

No sé que decirte de mí que no sepas, tienes toda mi información, la básica y la detallada. Incluso el pin de la Blackberry que ya no tengo porque se me estropeó, pero eso ya lo sabrás porque me conecto desde mi nuevo móvil... Aún no nos hemos casado, pero todos dicen que te he vendido mi vida, ¿no te parece súper romántico? pero eso lo dicen porque nunca han sentido lo nuestro y no les hago ningún caso... Mis amigas no se atreven a escribir a sus agentes pero yo es que soy así, natural como la sierra de Tramuntana, tenemos que ir con los niños... ¿tú quieres tener niños? Bueno no me lo digas que así es una sorpresa.



Como te decía, creo que deberíamos tener una cita. He pensado que podríamos compartir un batido de chocolate con nata montada y una guinda por encima o de topping como decís en tu tierra y tomar unas tortitas con sirope de arce, o unos pancakes, para que te sientas como en casa. Iba a decirte que yo sé cocinar, pero ¡qué estupidez! todo eso ya lo sabes, sale en mi biografía...



Si quieres algo típico de aquí podemos vernos en “ca'n joan de s'aigo” yo estaré tomando un helado de chocolate y un cuarto. Seré inconfundible no te preocupes; me pondré un discreto girasol en cuyas raíces habrá restos de tierra incrustada prendido al pelo, unos delicados y sobrios pendientes de rabanitos y también llevaré una gabardina verde flúor de poliuretano que me compré en el mercadillo de Santa María (me gusta mucho combinar colores y texturas sutiles). Si esto sale bien, pasearemos cogidos del brazo por allí todos los domingos de nuestra vida. Espero no pasarte desapercibida con tan modesto atuendo y que nos veamos muy pronto. ¡Ay! Querido Rick, no quisiera presionarte, pero tengo mucha ilusión depositada en que esta relación salga adelante...



Si no contestas en un mes pensaré que “pasas de mí” -como dice la gente joven de hoy- (soy una mujer muy adelantada a mi tiempo, muy moderna con todo, ya lo verás, a veces hasta llevo mini-faldas) y entonces como te decía, si pasas de mí y no contestas; eliminaré mi cuenta, me haré otra, otro agente nos manipulará a mi información y a mí y no volverás a tener noticias mías. Si me enfado mucho me iré a Badoo para que no me encuentres, creo que eso lo gestionan los rusos, pero prefiero evitar esto último, me ha dicho la vecina que “allí [en Badoo] pasan cosas muy raras”.



Recibe un casto beso en los nudillos amado Rick

y un caluroso apretón de manos (creo que eso es lo que hacéis los americanos jijiji)

jueves, 6 de diciembre de 2012

Qué (no) hacer

         Este es un fragmento comentado del libro de Jorge Bucay: El camino de las lágrimas. He intentado evitar escribir algo así y seguir "pasando de todo" no dar lecciones, pero como soy la afectada directa intento protegerme en todo momento, acabo de ver million dolar baby y comparto que esa norma es la más importante.



Para poder acompañar saludablemente a un familiar o amigo que ha perdido algo o a alguien valioso es
posible hacer muchas cosas, pero es necesario dejar de hacer algunas otras.
Transcribo aquí abajo una pequeña lista incompleta de algunas premisas importantes
Tener en cuenta las actitudes que no ayudan:

1.. No le digas que lo comprendes si no pasaste por una situación similar.
2.. No hagas lo que hace la gente "porque es lo que se acostumbra"
3.. Decídete ayudar hasta donde tu corazón te pida y no hasta donde tu cabeza te exija.
Nunca hagas lo que no quieres hacer.
4.. No intentes buscar una justificación a lo que ha ocurrido.
5.. No te empeñes en animarlo ni tranquilizarlo, posiblemente lo que más necesita el otro
es que lo escuches.
6.. No le quites importancia a lo que ha sucedido hablándole de lo que todavía le queda.
7.. No intentes hacerle ver las ventajas de una nueva etapa en su vida. No es el momento.
8.. Evita las frases hechas.
La incomodidad nos mueve a recurrir a expresiones que no ayudan para nada: "Tienes que olvidar" "Fue mejor así" "Dejó de sufrir" "El tiempo todo lo cura" (odio esta puta frase, de nada) "Mantente fuerte por los tuyos" "Es la voluntad de Dios" "Es la ley de la vida" Dejar que se desahogue. Sentir y expresar el dolor, la tristeza, la rabia o el miedo frente a la muerte de un ser querido es el mejor camino que existe para cerrar y curar la herida por la pérdida. Estás equivocado si piensas que dejarlo llorar no sirve más que para añadir dolor al dolor. Estás equivocado si crees que ayudar a alguien que sufre es distraerlo de su pesar. Es mediante la actualización y la expresión de los sentimientos que la persona en duelo se puede sentir aliviada y liberada. No temas nombrar y hablar de la persona fallecida por miedo a que se emocione. Si llora, no tenés que decir o hacer nada en especial, lo que más necesita en esos momentos es tu presencia, tu cercanía, tu compañía y tu afecto.
Tampoco temas llorar o emocionarte con su llanto. No hay nada de malo en mostrar tu pena, en
mostrar que a vos también te afecta lo que ha pasado, en mostrar que te duele ver a tu amigo o familiar en esa situación. Lo que más necesita el que está de duelo, por lo menos en estos
momentos, es una oreja para poder hablar, un espacio para sentirse débil y un hombro para llorar.
Esta es quizás la premisa más importante para recorrer el camino de las lágrimas con un ser querido: NUNCA interrumpas la expresión del dolor. Mucha gente corta intencionalmente las expresiones emocionales del otro con una supuesta intención de protegerlo de su sufrimiento pero ocultando (a veces sin siquiera saberlo) la verdadera intención: protegerse de sus propias emociones dolorosas.
Hablar del ser querido que ha muerto. Es imprescindible, cuando estamos cerca, permitirle al que está de duelo que hable todo el tiempo y todas las veces que lo necesite del difunto y participar con naturalidad de ese diálogo.



***



La mejor droga es sin lugar a dudas la presencia sostenida de quienes amorosamente deciden acompañar al que pena hasta el final de este camino.
Y de todas maneras, de ellos se reciben no sólo las "buenas palabras" sino también, muchas veces, "las malas bienintencionadas acciones".


Las buenas palabras son, por ejemplo:
Respeto,
Permiso,
Compañía,
Sostén,
Ayuda,
Facilitamiento,
Propuesta,
Presencia.
Y las "malas" acciones podrían ser:
Forzar,
Empujar,
Manipular,
Salvar,
Interrumpir,
Olvidar,
Invadir,
Apurar.
Aceptemos que puede haber alguien que está muy triste, con mucho dolor, y que con
sinceridad no quiere por ahora que lo ayudes a salirse de ese lugar.
Hay que tener mucho cuidado, hay que ser muy respetuoso.
A veces es muy difícil saber si estás molestando o estás ayudando, (preguntar si molestas constantemente es una gran idea, mejor que molestar por miedo a preguntar).
Sumándose al duelo, los manejos de los padres y otros familiares o de algunos amigos (pocos amigos) determinan, a nivel social, una presión culposa a veces más insoportable que el dolor de la misma pérdida.
Me parece bueno acercarse y me parece bien proponer; pero estoy seguro de que hay que evitar los "hazlo por mí".
A veces escucho, por ejemplo:
"Tienes que salir, porque tienes familia...
porque tus amigos...
porque tu carrera...
porque fulano...
porque mengano...
Y yo digo, puede que sea una buena idea recordarle que hay otras cosas, pero no lo es forzar una actuación y menos desde la culpa, porque a veces, como dijimos, hay que preguntarse sinceramente si lo que estoy queriendo es ayudarte a salir por ti o estoy queriendo que tú salgas de tu tristeza, porque soy yo el que no soporto verte triste. Antes de decir nada al doliente, pensar en esta última idea.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Cincuenta sombras de traumas

...No se liberan en dos meses.

        En primer lugar pido perdón por si alguien tiene o sigue un blog serio y/o respetable sobre crítica literaria, yo voy a hacer una modesta contribución -por llamarlo algo- en mi peculiar o raro estilo.

       Dejando al margen que la trilogía me ha gustado y que la sexualidad de Grey es como para pedírsela por favor a los Reyes Magos para que al menos algún hombre con el que nos crucemos la tenga, daré mi opinión.

       Antes de entrar en materia, mucha gente me ha dicho, y se dice y se comenta en la red, que es literatutra basura y/o porno para mamis. Yo nunca había leído novela erótica así que por ese motivo alomejor el libro me ha gustado. Evidentemente no tiene la calidad literaria de “El Quijote” “ese libro del que todo el mundo o casi todo el mundo habla alguna vez en su vida y que casi nadie ha leído” -como decía mi antiguo profesor de gríego del instituto-. Pero aunque no sea literatura de calidad, tiene el típico “algo” que engancha y eso junto con una buena promoción crean un best seller (súper ventas para los que estudiamos con la LOGSE).

     Desde el punto de vista de la temática de este blog, a saber; “sufrir por amor”, “cómo dejar de sufrir por amor”, “autoestima” y sobretodo “las mujeres que aman demasiado” diré que el mensaje que nos vende el libro son los padres. Cuando me refiero al mensaje, hago alusión al archi-comentado mito que me esfuerzo por desmontar en cada post: “el amor de una buena mujer puede cambiar a un hombre”. Para mí ese es el mensaje que se publicita expresa y tácitamente en la trilogía de E.L. James. 

      Como ya he escrito en otras ocasiones, especialmente a las mujeres, se nos inculca por todas partes; música, cine , literatura... La subliminal idea de dar amor a otros sin pedir nada a cambio, la subliminal idea, muy de los cincuenta y más de moda en los ochenta de que “el chico malo” conflictivo y/o problemático cambiará gracias al amor incondicional y la infinita paciencia de una buena mujer. Para muestra un botón: El ideal Disney de La Bella y la Bestia. Maravilloso el ideal y un gran filón creativo para el cine y la literatura, de hecho la señora James ha publicado un best seller, pero como ya sabemos; bastante doloroso en la vida real... Si tenemos una sola vida de una media de ochenta años y dedicamos 20 a cambiar a un hombre, creo que no me salen las cuentas...

     Resulta que el atormentado y traumatizado Grey ha probado todo tipo de terapias; conductista, sistémica, psicoanálisis, humanista... Muy interesante porque no sé si lo he dicho ya, pero la mayoría de “mujeres que aman demasiado” están de acuerdo en que su pareja requiere de una psicoterapia por motivos varios. En el pódium; depresión, alcoholismo, drogadicción... Son los males comunes de las parejas de las mujeres que aman demasiado. El señor Grey ha hecho todo tipo de terapias y todas han fallado, lo único que le ha ido bien de verdad ha sido...redobles ... TATA TACHÁN TACHÁN... ¡el amor de Anastasia!

     La que quiera engañarse que se engañe, yo me he engañado muchas veces y he repetido con gusto y alevosía, y me considero muy romántica pero el amor no es el mejor de los psicólogos ni de los psiquiatras, que no os vendan esa moto. En este sentido, es absolutamente ingenuo creer, por seguir con el libro, que en cuestión de dos meses un hombre con los traumas psicológicos y carencias internas de Grey vaya un buen día de repente a convertir, lo que podría haber sido sin duda la sumisa número 16 en la mujer de su vida, su amor, su más , su esposa y la madre de sus hijos... Resulta que las otras 15 eran iguales que Anastasia, estética y físicamente. “Me gusta pegar y someter a chicas menudas, morenas y de ojos claros porque me recuerdan a la puta adicta al crack”- le dice Grey a Anastasia haciendo una clara alusión a su madre y al por qué de sus preferencias sexuales de dominación. Entonces, ¿qué hace diferente a Anastasia de las otras quince? ¿El amor? ¿Que se ha enamorado y nunca le había pasado? Vamos chicas, que no os engañen. Toda mujer que ama demasiado se cree que con ella la relación será diferente, se cree eso de “con las otras tuvo mala suerte, no supieron llevarle”. Pero es que a las personas no se las lleva porque no son un coche. Si un hombre es cualquier perfil tipo, o similar a: cachorro abandonado, Don Juan, novio Ikea... NO VA A CAMBIAR, ni con tu gran amor ni con los veinte o treinta que tenga en toda su vida. Nadie cambia por nadie, la gente cambia por sí misma y a veces para cambiar por y para uno mismo necesitamos ayuda (profesional), todos somos reticentes al cambio... Todos.

    Amén de la pasión literaria que se tienen Grey y Anastasia, su relación llevada a la realidad es una montaña rusa altamente destructiva. Bajo mi punto de vista crítico y echando mano del recurso de E.L. James diré que la psicóloga que llevo dentro opina, dicho burdamente, que ninguno de los dos está bien de la cabeza. Él por lo menos se trata y a ella no le vendría nada mal... Una relación entre dos personas así sólo sale bien en las novelas y en el cine, de nada.
Ya sé que la historia es una novela y por tanto irreal, pero la critico como si lo fuera [real] porque el concepto de él cambiará por ti, sí es muy real y mucha gente (sobretodo mujeres) lo cree.

Por un lado, merece unas líneas su ruptura de limón, reconciliación de naranja. Típico: todo son risas y panderetas con tu novio hasta que te pega con un cinturón mientras tú vas contando en voz alta y te vas de su casa cabreada y lo dejas, luego él te regala dos docenas de rosas blancas y aquí no ha pasado nada.
En la vida real esto no pasa, me refiero a que si un hombre te pega aunque te pida perdón y te regale rosas lo volverá a hacer, no será algo anecdótico que ocurra una sola vez, ya sé que es una novela, pero quería dejarlo claro.

Por otra parte creo que gran parte del erotismo que se desprende de la misma es, -(a parte de por lo sexual, poderoso, rico y la fastuosidad de la vida de Grey)- debido a que; -(dejando el BDSM de postal que practican a un lado)-, muchas cosas de la vida sexual del matrimonio Grey son practicables en casa. Es decir, Grey es un hombre creado por una mujer y por lo tanto, sabe bien como tratar a una mujer en la cama y fuera de ella para hacerla sentirse sexy y deseada, creo que eso es gran parte del erotismo (perdón por repetir la palabra) que se desprende de la trilogía. He hecho alusión al BDSM de postal que practican porque realmente el sado no es tan “bonito”. Vivimos en la era de internet, os invito a investigar sobre ello...

      Para mí que no me tengo por monja hay al menos dos momentos coitales surrealistas en el libro a los que no quiero dejar de hacer una mención especial. Primero; el momento coito en un párking público post-persecución automovilística a gran velocidad dónde han estado a punto de ser asesinados y el segundo; practicar sado atada a una cruz de madera y ser fustigada estando embarazada. -¿Es que nadie piensa en los niños?- Cosas muy normales, muy de a pié y que por supuesto ha hecho todo el mundo, -estoy siendo sarcástica-. Creo que aquí le pasó a la Sra. James lo que les pasará estas navidades a los vendedores del iPhone 5; “se le fue de las manos”.

     Para terminar, supongo que este post va a ser de lo más impopular por lo de extrapolar una relación novelesca ficticia a una real, pero no quería dejar de hablar de este ejemplo relacional destructivo que como digo se nos vende por todos los medios y opino que la trilogía cincuenta sombras no es una excepción.
    Una práctica que vengo realizando desde hace casi un año es observar críticamente cómo -en el sentido de en qué manera- se nos vende a las mujeres la idea de que es “normal” sufrir por amor y que “amores reñidos son los más queridos”. Pues NO, NO Y NO querido refranero español, si sabes contar no cuentes conmigo. Si queréis fijáos en las canciones de la radio, las letras de desamor que escuchamos, los sentimientos de los que nos hablan, las historias de amor comerciales tipo “tengo ganas de ti” qué ideas nos venden... Es escalofriante.
     Sufrir por amor, no es normal y si aún pensáis que lo es, no debe ser normal, que nadie os lo haga creer. El amor es vida y felicidad tal y como yo lo entiendo y sino es que es otra cosa -aunque puedo estar estrepitosamente equivocada, claro-.

Hace relativamente poco César me dijo: “los príncipes azules no existen tía, tienes que aprender eso y tenerlo claro”. Gracias a que me encuentro mucho mejor y más fuerte para no caer en las garras de hombres así con la facilidad de antes, no le dije nada, pero en mi mente me dije alto y claro: “lo que sí tengo claro y he aprendido es que no eres tú”. Yo no sé si los príncipes azules existen o no existen, depende de lo que cada una entienda por ello. Yo más bien he conocido a muchos sapos y nunca tuve un príncipe, lo que sí tengo claro es que si un hombre te ama de verdad hará lo posible y lo imposible por ser tu príncipe sin necesidad de matar dragones.
Los hombres sanos psicológicamente y que aman de verdad existen y no son los padres como suelo decir -(aunque yo no haya conocido a ninguno aún)- y no por eso hay que conformarse con menos. Y por cierto, si no existen me tengo a mí misma y como bien decía mi sabio padre “no hay como uno solo llevándose bien”.