martes, 23 de abril de 2013

Guerra entre mis mitades

     A menudo me dicen: "pero no le digas esto que se agobiará", "no hagas esto otro que se asustará", "no puedes decirle según qué a un tío, sólo estáis empezando, no seas pesada","eres demasiado exigente, así nunca encontrarás a nadie", "si siempre eres tan estricta te quedarás sola". Yo siempre contesto:

-Bien, en ese caso me quedaré "sola" como tú dices. Pero como tú dices ya no es la soledad que yo entiendo ni practico. Con respecto a quedarme sola, no temo. Siempre estoy conmigo, ya no me abandono nunca. Pero aun así, "sola" como tú dices, estaré en buena compañía, en la mía propia, por tanto nunca más podré estar sola en el sentido en que antes me aterraba, siempre estaré felizmente conmigo. Respecto a perderlo lo sentiré mucho, o no, dependiendo de mis sentimientos. Como soy muy sensible puede que llore por perderle. Probablemente estaré triste un tiempo, pero si se agobia o se asusta le diré "adiós" de buen grado, porque será muy evidente que no buscamos lo mismo ni vamos en el mismo sentido vital. Yo aspiro a un compañero valiente a mi lado. Aspiro a un valiente que no se asuste, ni se agobie. Por tanto, me resulta muy evidente que si es "de los que se asustan o se agobian" no es para mí.

+¿Y si se va con otra por tu intolerancia de no querer aguantar nada, también te dará igual y me soltarás este discursito filosófico?

-Si se va con otra sólo hará que confirmar lo que me dieron a sospechar sus agobios y miedos. Que no sabe estar solo, -que es como yo temía; un dependiente más de los que ya he conocido- , que no entiende el amor en la profundidad que yo lo siento, que le importa poco estar conmigo o con mi sustituta porque lo que quiere es estar acompañado para no estar consigo mismo, ni mirarse, ni observarse, ni crecer en ningún momento. No me dará igual verle con otra, seguramente tendré varias noches “Bridget Jones” pero el amor que afortunadamente ahora me tengo a mí misma, está dispuesto a dejar que otra esté con una persona así, sin prejuicios, simplemente somos dos naturalezas distintas... Auguro -y no yerro demasiado me temo-, que un hombre así, al que le da igual una que otra que yo, busca una mamá y yo antes que un hijo busco a un hombre, busco un par, un igual con el que relacionarme... Como ves, si se busca una sustituta mía, sólo tendré claro que aun tenemos menos que ver el uno con el otro. Yo puedo quererle a él y le quiero, pero no quiero formar una pareja así con él, (ni con nadie), si esa es la única oferta, que se lo quede otra, yo en temas de pareja, no pienso volver a las rebajas...

+Con esa mentalidad nunca encontrarás a nadie, eres demasiado exigente, nadie va a empezar nada contigo súper en serio... Lo más normal en este siglo es que empieces con alguien y ese alguien vaya despacio o tenga dudas porque está conociendo a otras también. Y si tú eres un poco lista, haces las cosas bien, y no demuestras demasiado interés, en plan, que no parezca “que pierdes el culo por él”... Eso irá bien.

-No tengo trece años, ni hago estrategias de adolescente que lee la super pop con el mentón apoyado sobre sus propias manos y con los talones en alto escuchando a los Backstreetboys para “conquistar a un hombre en tan sólo diez pasos”...
Admito el ir despacio, pero las dudas no. No admito dudas porque alguien sabe si te quiere, si no te quiere, o si quiere pasar el rato. Los hombres llaman dudas a querer seguir teniendo sexo con una mujer en tiempo muerto, sin avances ni retrocesos, sin compromiso, con comodidad de tenerte en el primer cajón de la derecha y a mí no me interesa.  Me quiero demasiado como para encogerme a ese nivel. Aspiro a alguien que sepa lo que quiere y si no lo sabe, yo no voy a ayudarle a encontrarlo ni a convencerle de que ese algo y alguien soy yo o de que puedo ser yo. No es mi labor vital convencer a alguien de por qué debe quererme o preferirme a mí antes que a otra. Si no lo tiene claro es cosa suya, digo que es cosa suya porque yo sé quién soy y no necesito reforzar mi identidad ni mi amor propio con la creencia de él en mí como pareja. Quiero una relación que fluya, no quiero vivir ni interpretar una obra de teatro para conseguir el aplauso de él. No quiero ninguna relación donde la relación misma dependa de lo que yo diga o haga porque en ese caso no me estaré relacionando en pareja, me estaré relacionando sólo conmigo pero teniendo a alguien al lado y esa, para mí, es la peor soledad que he vivido.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se puede kerer a medias, ya hay bastante con quererse a uno mismo como para aguantar las rayaduras de los demas. TODO el mundo lo tiene claro en estos casos asique dejen de tocar los.....y hablen claro y sin miedo, si las opiniones o gustos no coinciden nos evitaremos muxos dolores de barriga y cabeza!! Un besin

Julieta decide vivir dijo...

No puedo estar más de acuerdo contigo, me alegro de que compartamos opinión. Un beso :-)

Publicar un comentario