martes, 28 de enero de 2014

Divagando

Envidio profundamente a todos aquellos que pueden volver a enamorarse una y otra vez y creer en el amor como si fuera la primera vez que les sucede. Les envidio porque presumo que no han sufrido nunca o que sufrieron poco y eso les permite exponerse al sufrimiento y a la pérdida una y otra vez.

A veces el amor fue una necesidad. A veces casualidad, a veces fue una huida hacia delante. Todas las veces fue doloroso y traumático. Ninguna vez fue hermoso. Todas me costó perderme, porque cuando te destrozas la vida y vuelves a construírtela siempre sobran y faltan piezas.

Entonces eso no era amor.

La seguridad es algo muy pretencioso. Estaba segura de que no iba a volver a pasarme nada de ese amor de pacotilla nunca más. Mi plan era (es) no sentir nunca nada más por nadie y así siempre estar a salvo. Los optimistas dicen que quien no arriesga no gana, yo les digo que eso es porque nunca lo han perdido todo y han quedado arruinados y endeudados.

Pensaba que mi mente tenía a mi corazón bastante más disciplinado, pero entonces mi corazón castigó a mi cabeza mandándola al rincón de sentir. Fue una temeridad por mi parte arriesgarme aunque fuera mínimamente. Nunca debí permitir que mi corazón gobernara a mi cabeza durante ese segundo porque después mi cabeza lo recuerda todo.

Creía que ya podía manejar mejor las cosas, pero no. Todos creen que soy fuerte pero es sólo porque no han visto que tengo el corazón apuntalado para prevenir el derrumbe. Apuntalar es lo mío. No hay nada de que preocuparse. He pasado por cosas peores y he sobrevivido. Puedo con esto lo que pasa es que no me apetece, aunque toda la responsabilidad sea mía.

Creo en el amor, aunque sea gracioso hacer creer que no lo hago, lo que ocurre es que siento por el amor lo mismo que por algunos. “Me gustas mucho pero no eres para mí, me vas a hacer daño, no me convienes, ya he pasado por esto, ¿te acompaño a la puerta o me voy yo?”

De verdad que os envidio cuando os veo abrir el corazón y creyendo. Quisiera no haber perdido eso pero más bien no lo perdí, me lo robaron. También pude con ello, pero no puedo afrontar nada más que me lo recuerde, ahora ya lo sé, no puedo.

2 comentarios:

thinkdir dijo...

Venga, ¡que eso no es decidir vivir! :)

Cris dijo...

Entiendo que te cueste, todo tiene un proceso de duelo y ahora la desconfianza y el miedo son tus aliados. Quizás es que ahora no te apetece empezar y ya está. Te recomiendo los programas de "Bricolatge Emocional" de la TV3, hay uno que habla de la pareja, y en momentos críticos me ha sido de gran ayuda.


http://www.tv3.cat/searcher/tvc/searchingVideos.jsp?acat=BB_BRICO&catname=Bricolatge%20emocional

Muchos ánimos y fuerza!

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