viernes, 9 de septiembre de 2016

Yo antes de ti


  Al ver esta película tuve un dejavú y me volví a dormir en su cama y cuando desperté tenía un beso en la frente y seguía sin entenderlo.

Él se llamaba Will Traynor y había nacido guapo, rico y ganador. Tenía 35 años que le quedaban tan bien como a Cara Delevigne sus cejas y, por supuesto, estaba más bueno que los macarrones con queso gratinado. Acorde a su cuna, y como descendiente de la tribu de hombres cazadores de éxito, tenía una barbie novia estupenda con la que jugar a los médicos en la cama mientras su gran empresa se comía a las demás más pequeñas como una ballena lo hace con el plancton.

Louisa Clark tiene 26 y no sabe quién es, pero es muy agradable, adorable y muy buena pero no está buena. Le sobran unos kilos porque le gusta comerse todo lo que no sea el mundo y odia el deporte porque eso no hace feliz a nadie ya que vive como alguien para quien su propia felicidad no cuenta.
Lou tiene los ojos muy expresivos en paleta de bonitos azules y cero ambiciones personales. Le caracteriza un excéntrico y marcado estilo británico en el vestir y también, los colores y medias que dicen: “y estoy aquí, aquí, para quererte”-como cantaba Raphael. Sólo sabe hacer algo bien: complacer a los demás, sonreír y ser agradable. Me agota verla. Tampoco tiene hobbies ni sabe cuáles podría tener. Entraña a lo que podríamos llamar en psicología la santa madre esposa. Tampoco es feliz ni está satisfecha sexualmente con su novio -y me aventuro a decir que ni sola- con el cual lleva siete años porque ningún hombre quiere acostarse con su madre, pero sí quiere que ésta le cuide y le dé mimitos.

Lou sale con este chico que vomita yos por la boca y le hace el amor a ella como el que saca la basura de casa. Es decir, porque no se lo puede quedar dentro más tiempo. Esto es lo que hacen las chicas como Lou (dependientes emocionales de manual) que no saben quién son, ni quieren saberlo. Este joven Patrick encarna a una cadena de la que descienden cien hombres como Patrick que sólo hablan de sí mismos y su deporte, el típico iron man. Esta clase de hombres sólo salen con chicas sufridas como Lou. Si eres invisible, atraes a un hombre que te trate como a invisible y que por supuesto te hará el amor como si no estuvieras allí, tampoco hace falta ser ingeniero para llegar a esta conclusión...

Podemos decir ya en este momento que Lou es una prostituta emocional. Por un poco de compañía de Patrick (ya que hemos descartado el amor y el sexo), lleva aguantando siete años con ese novio y en un trabajo tedioso por hacer felices a sus padres.

Will Traynor es un alma voluntaria que un día de lluvia, postcoitalmente, cae en la cuenta de que ha de trabajar y yendo al trabajo sufre un accidente y se queda tetrapléjico.

Lou también es premiada por el Universo paralelamente a Will. Trabaja en una cafetería dónde reparte amor y sonrisas a todo el mundo porque sus padres necesitan el dinero y la despiden.
Así las cosas, Lou es contratada por la madre de Will para cuidar a Will y ser su amiga agradable que es lo único que sabe hacer y se sabe de ella.

Antes de escribir nada más como ya sabéis quiénes hayáis leído “las mujeres que aman demasiado” una de las chicas, también dependiente emocional como la adorable Lou, acude a terapia porque siempre sale con hombres enfermos que finalmente mueren y no sabe porqué, el último de ellos paralítico. Las dependientes emocionales molamos tanto que no vemos una silla de ruedas motorizada o a un capullo de manual, vemos a alguien a quién hay que ayudar muy bien y sin quejarse para que nos quiera mucho.

Lou ve a Will por primera vez y se le nota en toda la cara que le gusta más que quitarse el sujetador al llegar a casa. Will por supuesto la trata fatal desde el minuto uno, pero Lou siempre tiene una sonrisa y un aspecto impecable y un plan para animar al deprimido Will que volverá a ser borde y hablarle mal. La buena de Lou no le contesta nunca porque sólo saber ser buena y adorable.

Will recibe la visita de su ex-novia barbie con la que jugaba a los médicos todo el tiempo antes de quedarse tetrapléjico y la de su mejor amigo. Ambos van a su casa a decirle que ha sido tan duro lo que le ha sucedido a Will que han tratado de superarlo haciendo gimnasia erótica juntos y que les ha ido tan bien que se casan.

Lou lo escucha y alucina. Alicia (la ex-novia barbie) le dice: “no se puede ayudar a quién no quiere ser ayudado”. Por favor, esto es a parte de la película, si tenéis la oportunidad, escuchad atentamente a las ex de vuestros novios o futuribles. Más allá del juicio que tengáis, estas mujeres a las que la mayoría odiáis porque sí, están llenas de una muy útil información. Desconfiad cuando vuestra pareja o futurible os intenta enfrentar a ella desde el minuto cero.

A Will se lo llevan los fantasmas oscuros de Ghost al saber que su ex y su mejor amigo se casan, pero no puede romper los marcos de fotos de amor nerudiano de Will y Alicia, por su situación de movilidad reducida.
 Finalmente se los carga y ya está "mamá" Lou corriendo para que el atormentado Will no se corte y tratando de arreglar los trocitos pegándolos. Evidentemente Will sigue siendo el cretino que era desde el principio y le sigue hablando mal.

Willl se pone muy enfermo poco después, con una fiebre altísima. Las personas que no desean vivir suelen llamar a la enfermedad. Las personas que se resfrían sobrevenidamente suelen estar muy tristes. Will estaba muy triste por su ex y se pone enfermo, Lou le cuida como haría con un muñeco que le regalan por Navidad a una niña pequeña, todo amor y dulzura y se enamoran el uno de la otra y la otra del uno, pero no se lo dicen porque la gente no se dice estas cosas importantes.

Poco después, Lou se entera de que Will tiene hora para eutanasiarse dentro de seis meses. Lou no se lo quiere creer porque lo ama y empieza a practicar el cuento de la Bella y la Bestia y la rosa, empieza a marcar el tiempo. Lou se dice: "por mi amor vivirá, por mi amor querrá vivir".
En este punto vemos a una Lou que mira a Will como lo haría Giglypuff todo el rato, se quieren y Will le enseña películas hipsters en versión original mientras llueve fuera y se acurrucan en el sofá, le hace regalos caros, le hace regalos emotivos y especiales, (hablo de las medias de la sobrina pequeña de Beetle Juice), escuchan música que Lou no conoce en silencio y haciendo manitas... Ella por su lado se pasa el día pensando en divertiplanes para que Will quiera vivir y la quiera mucho y la necesite mucho.
 

A los pocos meses y antes de los seis en que él se iba a suicidar, se van de vacaciones al Hotel Formentor... Nos dejan a todos vomitando arco iris y pensando cúanto más van a tardar en besarse. A mí ya me estaban poniendo nerviosa. Lou está plenamente convecida de que Will ya quiere vivir por ella y por su historia de amor. Lou piensa esto porque no mira, cuando uno no mira, fantasea. Lou tiene esa fantasía, en la realidad ella no ha hablado con Will sobre esto porque le da miedo lo que él le diga porque lo intuye.

Entonces en la playa por fin se besan y por supuesto hay fuegos artificiales y un cielo estrellado. En pie, aplaudo.

Entonces se produce el baile en la pareja porque la proposición ya fue hecha mucho tiempo atrás. -Introduzco el concepto de baile o danza en la pareja del cual escribiré en otra entrada al blog.
Él le confiesa sus sentimientos. A la cara. De viva voz. Lou por fin le mira, cuando uno mira de verdad a la pareja en sus luces y sombras deja de fantasear, abandonar la fantasía que uno tiene del otro es doloroso pero nunca es culpa del otro. En este punto es cuando los amantes se aman o se disuelven de verdad, sin egos. Will le dice que va a eutanasiarse de todos modos y Lou llora muy fuerte. Ella se pensaba que con su ingente esfuerzo y todo su amor, purpurina y corazones Will querría vivir, pero ella lo pensó sola, ella fue egoísta, ella no le tuvo en cuenta, Lou sólo pensaba en Lou aunque se comportara así con Will. Lou no pensó en los deseos de Will que eran terminar su vida lo mejor posible, pero terminarla. Eso no es amor. Eso es dependencia emocional.
Entonces él con infinita paciencia y cariño le explica quién era él antes de su silla y todas las prácticas sexuales que habrían llevado a cabo de no encontrarse él en esta situación.
Desconfiad de los que publicitan y alardean de las prácticas que llevarían a cabo, un buen tráiler esconde una película méh. Las cosas TAN buenas, se venden solas.

Volviendo al tema. Él evidencia el problema de no poder tener una relación sexual con ella. A ella le da igual no tener sexo nunca con él y se lo dice porque lo quiere. -Si yo fuera su amiga tendríamos unas palabras y un gin tonic...

Ella se enfada muy fuerte porque su fantasía no es real y le culpa a él. Él no tiene la culpa de nada, el receptor de la fantasía nunca es culpable. Lou debió de escuchar a Alicia: "no se puede ayudar a nadie que no quiere ser ayudado", abandonarlo a su suerte es una forma de amar bastante más sana para ambos.



0 comentarios:

Publicar un comentario